Estados Unidos está ampliando su participación en la sangrienta lucha que sostiene México contra las organizaciones del narcotráfico, enviando nuevos operativos de la CIA y personal militar retirado a ese país y está considerando planes para desplegar a empresas que proporcionan seguridad privada, con la esperanza de lograr un cambio en este esfuerzo que está costando muchos miles de millones de dólares y que hasta ahora ha dado pocos resultados.

En las últimas semanas, un pequeño número de operadores de la CIA y empleados civiles del Ejército han sido apostados en una base militar al norte de México, en donde –por primera ocasión– los oficiales de seguridad de ambos países trabajan hombro con hombro para recolectar información acerca de los cárteles de la droga y ayudándoles a planear operaciones.

Los oficiales también están tratando de incrustar un equipo de empresas de seguridad estadounidenses dentro de una unidad de veteranos de la Policía antinarcotráfico mexicana.

Los oficiales de ambos lados de la frontera dicen que los nuevos esfuerzos han sido creados para eludir las leyes mexicanas que prohíben que la Policía o un ejército extranjero operen en su suelo, y para impedir que la tecnología de vigilancia estadounidense caiga bajo el control de las agencias de seguridad mexicanas que tienen un largo historial de corrupción.

Más de 1.500 hinchas acompañaron al equipo. Hubo un mix de “federales” y guardias privados en el operativo que se montó ayer en cancha de All Boys. No hubo incidentes.

Belgrano no estuvo sólo en su regreso a Primera División. Más de 1.500 hinchas piratasrespaldaron, con sus voces y sus banderas, el histórico retorno del Celeste a la “A”.

Si bien la pequeña tribuna visitante del estadio de All Boys no estuvo llena (su capacidad alcanza a 2.500 espectadores), la pasión y el aliento que bajaron desde los escalones que dan a la calle Miranda se hicieron sentir de principio a fin en el fresco atardecer de Floresta.

La gente que llegó desde Córdoba (no se vendieron entradas en la Capital Federal) además fue protegida por un operativo especial montado, a modo de prueba piloto, por la Policía Federal.

De acuerdo al esquema armado especialmente para la ocasión, alrededor de 200 efectivos uniformados fueron dispuestos para ocuparse de la seguridad en las afueras del estadio, mientras que la vigilancia dentro del club, tanto en las tribunas como en las dependencias interiores, estuvo a cargo de 170 efectivos de una empresa de seguridad privada.

Dentro del campo de juego, se ubicó un federal uniformado por cada tres empleados de seguridad privada y no se empleó a los miembros del Cuerpo de Infantería, que generalmente se ubican desarmados en los “pulmones” que separan a las hinchadas local y visitante.

Ollanta Humala viene cumpliendo sus promesas, pues tanto la cartera de Economía como la del Interior han unido fuerzas para determinar el aumento de presupuesto para la policía nacional, quienes trabajarán de forma permanente en sus dependencias y ya no brindarán servicios a particulares. En Chimbote gremios y ciudadanos aprueban al 100% esta medida. 

La noticia que ha generado todo un revuelo a nivel nacional es la medida que ha tomado el Ministerio de Economía de aprobar el presupuesto de 55millones adicionales para que los policías ya no trabajen bajo el sistema del 1 x 1 sino que trabajen la semana completa prestando servicio de seguridad en las calles solo a los ciudadanos y ya no alquilando su trabajo a empresas particulares.

Motivos y efectos de la medida
Debido a este incremento presupuestal, la ley de seguridad privada quedará de lado para los agentes policiales porque ellos ahora están obligados a realizar sus funciones de forma exclusiva para la ciudadanía. La finalidad que se tiene con esta medida es reducir a nivel nacional al 50 % la delincuencia en sólo 90 días las autoridades y el pueblo Chimbotano respalda a plenitud la medida tomada.

En la víspera de un año electoral en ambos países, sus gobiernos aceleran los esfuerzos para incrementar la lucha contra el narcotráfico y sus efectos en ambos lados de la frontera, indica The New York Times

Estados Unidos está ampliando su papel en la lucha sangrienta de México contra el narco, enviando más agentes de la CIA y militares retirados a dicho país, y considerando planes para desplegar a elementos de seguridad privada con la esperanza de dar un giro a un esfuerzo de miles de millones de dólares que hasta ahora ha mostrado pocos resultados.

En semanas recientes, un pequeño número de agentes de la CIA y militares civiles estadunidenses han sido adscritos a una base militar de México, donde, por primera vez, funcionarios de seguridad de ambos países trabajan codo a codo en la recopilación de información sobre carteles de la droga y planifican operaciones. Las autoridades también buscan introducir un equipo de ex militares dentro dentro de una unidad especial antinarcóticos de la policía mexicana.

Por un lado, All Boys, una de las revelaciones de la última temporada de la primera división. Por el otro, Belgrano, en su regreso a la categoría mayor después de vencer a River en la Promoción. Además, el debut del nuevo sistema de seguridad que limita el poder de la Policía Federal en los estadios, les saca a los comisarios el control de los operativos, y le da más presencia a la seguridad privada. Todo esto se vivirá desde las 17.05 en Floresta, con el arbitraje de Diego Abal.

"Nuestra ilusión es pelear el campeonato", comentó José Romero, el director técnico de All Boys, un equipo sin estrellas, pero con futbolistas de buen pie, que se reforzó con los regresos de Darío Stefanatto y Matías Pérez García, más el delantero Juan Carlos Ferreyra, procedente de Olimpia de Paraguay. Además, debutará Facundo Quiroga.

El equipo cordobés sostuvo al técnico Ricardo Zielinski, y a la base del plantel le añadió la experiencia del goleador Andrés Silvera, el defensor uruguayo Alejandro Lembo y el mediocampista Esteban González, quien retornó tras casi una década, entre otros.

En cuanto al operativo de seguridad, será la primera prueba del plan del Ministerio de Seguridad, que quiere sacar a la policía del interior de las canchas. Hoy habrá 150 agentes privados y otros tantos efectivos, y la idea es que, gradualmente, la policía no esté en los partidos de la ciudad de Buenos Aires.

FUENTE: www.lanacion.com.ar