Por si no fueran pocos los problemas que tenía la Justicia en Canarias, con el 55 por ciento de su plantilla formada por interinos, motivo continuo de queja por más de un representante de esta administración y del Ejecutivo canario, archivos caóticos, que ahora se han cerrado con "llave" para que nadie los vea, un programa informático que causa más de un dolor de cabeza en los funcionarios y retrasos en causas judiciales que llegan a superar hasta los diez años, los recortes llegaron para "mejorar" la situación.
El pasado mes de noviembre el Ejecutivo canario lanzó la advertencia: "Hay que ahorrar". Y tras haber bajado los sueldos de los funcionarios, tocaba el "limitar" el material que utilizan para desarrollar sus labores y así "ayudar" a paliar la precariedad de una Justicia que ocupa el segundo lugar de quejas al Diputado del Común.
Ahorro energético.- Lo primero que se limitó fue la luz. Se acabaron esas bombillas encendidas cuando no hay nadie o esos ordenadores sin apagar correctamente. No se trataba de nada descabellado para nadie, más bien bastante razonable, pero el problema llegó cuando se dijo que la tarde ya no se encendía nada, por lo que se tuvo que decir "adiós" a esas "generosas" horas extras que realizaban algunos funcionarios que acudían a su puesto fuera de su horario laboral para adelantar trabajo. Esto ha provocado el malestar en más de un trabajador, que ve cómo sus quehaceres se amontonan, aún más, y ve truncados sus esfuerzos para paliar esos ya "famosos" retrasos en la Justicia. En este ahorro energético se incluyó la limitación de horario del uso del aire acondicionado, que la Junta de Seguridad de Justicia dijo que se quedaría reducido a los meses de entre junio y octubre en horario de 11:00 a 14:00 horas. Por fortuna para estos trabajadores, la Consejería de Justicia aclaró que la temperatura estará a un máximo de 24 grados durante todo el año, que es la medida estándar de ahorro energético.
Cada vez son más las empresas de vigilancia privada de la provincia de Almería las que apuestan por tener entre sus filas a vigilantes caninos como un miembro más a la hora de prestar los servicios de control y seguridad. Tanto es así que desde el sindicato CSI·F ya se han programado dos cursos sobre la conducción de perros de seguridad para este tipo de empresas y en breve, según ha podido saber Diario de Almería, se impartirá el tercero.
Leer más: Vigilantes de seguridad privada se forman para trabajar con perros
Concretamente, en el último curso, han sido 25 los participantes que han recibido formación especializada sobre cómo seleccionar un cachorro de utilidad, la manipulación del mismo, la impregnación perro-guía, y el adiestramiento del perro de seguridad.
El curso teórico-práctico, que se desarrolló en la capital del 1 al 5 de marzo, fue impartido por José Antequera, gerente del Grupo de Adiestramiento Canino Cerro Lobos Seguridad y miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Entre las principales cuestiones que se trataron en las clases, se hizo hincapié en la trayectoria de los perros de utilidad policial y sus servicios a las empresas de seguridad privada, así como las diferentes disciplinas de protección y labores disuasorias en conflictos que se pudieran acontecer en los servicios de un vigilante de seguridad.
Como explicó José Antequera a Diario de Almería, "los vigilantes que han participado en el curso han sido testigos de cinco intensos días de aprendizaje, en los que además han podido experimentar que un perro es mucho más que eso, es un fiel amigo, un compañero de trabajo y en el caso de los vigilantes de seguridad, un compañero más a la vez que una herramienta de trabajo".
Grupo Control es una de las empresas que está reforzando su Unidad Canina mediante la incorporación de nuevos canes y la formación de sus vigilantes. Se trata de una unidad que tiene como objetivo reforzar y mejorar el servicio que ofrece. Según indicaron desde la empresa, "la Unidad Canina supone añadir a los servicios todas las cualidades de los perros adiestrados, como son presencia física, capacidad de desplazamiento y resistencia, efecto de intimidación y ventaja instintiva y sensorial".
La Policía Nacional sorprendió in fraganti a un varón de origen rumano intentando robar en el interior de dos naves industriales del Polígono Industrial del Tambre. El ladrón forcejeó con los agentes y vigilantes de seguridad privada y llegó a provocarle lesiones leves y desperfectos en las vestimentas a alguno de los policías, aunque fue detenido finalmente. El juez de Guardia, sin embargo, determinó su puesta en libertad con cargos.
Los hechos sucedieron la madrugada del 24 de marzo. El ladrón, un varón de 33 años, cuya identidad responde a las iniciales G. C., se encontraba en el interior de una nave industrial del Tambre cuando saltó la alarma de robo y se activó todo el dispositivo policial. Hay que decir, además, que la Comisaría de Santiago tiene un dispositivo preventivo desplegado en la ciudad debido a los robos que se han producido últimamente en diversos establecimientos, así que, en cuanto sonó la alarma de la nave, varios agentes llegaron al lugar del suceso de inmediato. Allí se encuentraron con que "la valla perimetral de la nave estaba cortada", informan los agentes, "y en uno de los accesos al lugar había objetos colocados a modo de peldaños", señalaron en la Comisaría.
Cuando los policías accedieron al interior de esta empresa, acompañados de los vigilantes de seguridad privada que prestan servicio en el Tambre, localizaron a un individuo con el rostro tapado por una especie de gorro que intentaba huir por todos los medios del lugar. "Es en estos momentos cuando los policías le dan insistentemente el alto pero, al hacer caso omiso de estos requerimientos, comienza una persecución a pie que termina en un forcejeo entre este individuo, los agentes y los vigilantes de seguridad privada".
Leer más: El juez deja en libertad a un caco que robó en el Tambre e hirió a la Policía
El derbi regional entre el Salamanca y el Valladolid regresará el domingo al Helmántico, después de cuatro años, con la presencia de una Unidad de Intervención Policial, llegada desde Valladolid, dado que el partido ha sido declarado de alto riesgo por el Comité Antiviolencia. Además, se reforzará la presencia de la seguridad privada de la Unión y de la Policía Nacional de Salamanca, ante la esperada presencia de unos 800 seguidores del Valladolid.
La reunión mantenida para planificar las correspondientes actuaciones el coordinador de seguridad de El Helmántico, los responsables de la Guardia Civil de Tráfico, y la Policía Nacional, junto con el club charro, sirvió para acordar la llegada de una UIP de Valladolid para reforzar la presencia policial.
Para el partido se espera la llegada de unas 800 personas, máximo unas 1.000, desde Valladolid, muy lejos de las 4.000 que asistieron hace cuatro años, cuando el equipo pucelano estaba jugándose el ascenso a Primera División. Sin embargo, los incidentes en el partido de la primera vuelta, en Valladolid, donde hubo seis detenidos por un enfrentamiento en dos centros comerciales entre aficionados de ambos equipos, el recuerdo de algún pequeño enfrentamiento hace cuatro años entre jóvenes de ambas aficiones en el centro de la ciudad, y la aparición de algunos folletos esta semana en Salamanca alentando a un enfrentamiento más duro con Valladolid, incluso con connotaciones políticas, ha provocado que el partido fuera declarado de alto riesgo.
Leer más: Declarado 'partido de alto riesgo' el encuentro entre el Salamanca y el Valladolid
Es el primer día, se espera a más de 10.000 personas y se pretende que la jornada acabe sin incidentes. Por eso, un operativo de unas setenta personas integrado por Policía Local, Policía Nacional, Bomberos, ambulancias, Policía del Puerto, Protección Civil y seguridad privada se encargará de las cuestiones relacionadas con la seguridad durante los actos de apertura del Centro Niemeyer.
El operativo se dividirá en dos grupos diferenciados. Si en el interior del recinto será un equipo de 25 personas de una «empresa especializada» la que se encargue de mantener el orden, en los exteriores los diferentes cuerpos se repartirán diferentes puntos para garantizar que no ocurran percances. «Se ha decidido distribuir competencias, aunque todos estarán comunicados y coordinados para ofrecerse apoyo», señaló el concejal de Recursos Urbanos, Luis Ramón Fernández Huerga.
Así, la pasarela construida por la Autoridad Portuaria que comunica el paseo de la ría con el centro contará con la vigilancia de la Policía del Puerto, mientras que la pasarela del Niemeyer y la plaza de Santiago López contarán con el control de la Policía Local y la Policía Nacional. «En esta zona se procurará que no haya colas largas y que la gente no se agolpe en la pasarela. No obstante, las puertas se abren a las siete de la tarde», afirmó el concejal.
Leer más: Un operativo de setenta personas se encargará de la seguridad