Las cámaras de videovigilanciainstaladas desde hace años en el Centro histórico de Málaga han acabado por convertirse en un aliado casi insustituible para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La capacidad para grabar buena parte de cuanto ocurre en las calles sobre las que tiene visión no sólo acaban sirviendo de prueba a la hora de esclarecer delitos, sino que, a su vez, ejerce un efecto disuasorio destacado. 

Desde que el sistema fue reactivado, bajo el control directo de la Policía Local de Málaga en agosto de 2016, coincidiendo con la Feria de Agosto, hasta el pasado mes de marzo, ha ayudado de manera directa a resolver unos 350 casos. De ellos, unos 200 entre mediados de 2016 y 2018; 120 más a lo largo de todo el año pasado, y 32 en los primeros meses del presente ejercicio. Unos datos que ponen en valor su utilidad y la necesidad de ir adelante con las fases de ampliación diseñadas hace varios años y que aún hoy esta pendientes de materializarse.

El objetivo del Ayuntamiento de Málaga pasa por disponer en los próximos años de 27 nuevos puntos de control de vigilancia por cámaras en el casco antiguo y su entorno, que vendrán a sumarse a los 17 ya existentes en la zona de la almendra. La segunda fase contemplada por los responsables del área de Seguridad busca extender la influencia de la videovigilancia a otras 29 calles del Centro, incluyendo Carretería, Álamos, la Alameda Principal y la Plaza de la Merced, entre otros puntos destacados. Una muestra de la demora que acumula esta parte del programa municipal es que la redacción del proyecto fue licitado en el año 2008. Ahora, los responsables municipales están dando forma al pliego que permitirá contratar su instalación, con un coste aproximado de 130.000 euros.

Tras todos estos años de espera y tras disponer de una autorización por parte del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la intención del área de Seguridad, según informaron desde el propio departamento, es el de "poner en marcha un proyecto piloto coincidiendo con la Semana Santa", lo que permitiría controlar puntos como Carretería. "Eso con la idea de probar el sistema que definitivamente se vaya a emplear y ver si los ángulos adecuados", indicaron las fuentes.  

La tercera fase ya anunciada por el Ayuntamiento, a la que recientemente le dio luz verde la Junta de Gobierno Local y para la que ya se ha pedido autorización al TSJA, afecta al barrio del soho, localizado al sur de la Alameda. El Ejecutivo local busca con ello dar respuesta a una larga demanda de los residentes del entorno, que se vienen quejando desde hace tiempo de los problemas de inseguridad vinculados, principalmente, a la prostitución. Serán trece puntos los que se implantan.

"Es una medida con la que erradicar de una vez la prostitución", dijo el concejal de Seguridad, Mario Cortés, para defender esta actuación. El problema con el que se topa el Ayuntamiento, tanto en el caso de la segunda com de la tercera fase del plan es que antes de poder salir al mercado a la compra de los dispositivos necesarios tiene que contar con un presupuesto en vigor. 

 

TTCS centro de monitoreo

Desde la Policía Local inciden en el valor añadido que supone la videovigilancia en materia de seguridad. "Cumple una doble función, porque da la posibilidad de reaccionar en tiempo real, permitiendo a los compañeros que están en el centro de control informar a los agentes a pie de calle de las condiciones que se van a encontrar", expusieron las fuentes, que hablaron también de la posibilidad de emplear las imágenes grabadas, que tienen que ser eliminadas transcurridos un tiempo, para resolver determinadas denuncias.

A modo de ejemplo, aludieron al esclarecimiento hace pocas fechas una investigación de la Policía Nacional tras la comisión de robos mediante el método de malateón. El mismo consiste en la agresión a la víctima por la espalda, dejándola inconsciente, lo que le permite robarle sin oposición. "Por medio de las cámaras, haciendo un seguimiento de las víctimas, se han podido descubrir a los autores de los robos; es verdad que los delitos no se pueden evitar en el momento, pero ayuda a esclarecerlos", destacaron.

Si bien son las cámaras del Centro las que tienen un mayor protagonismo, el sistema de videovigilancia que está controlado desde las instalaciones situadas en el Centro Municipal de Emergencia es mucho mas amplio. El mismo incluye la vigilancia de las cámaras conectadas a las comisarías de la Policía Local y otras instalaciones, con unas 64; las instaladas para salvaguardar la seguridad del parque de la Memoria Histórica de San Rafael,  con dos; varios edificios municipales, caso de la Casona del Parque, que cuenta con 17 dispositivos; el parque skate… En total unas 120 al margen de las ya situadas en el casco antiguo.

 

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Fuente: Malagahoy