Ante la segunda oleada de robos de cobre que han sufrido más de 40 agricultores de la comarca de Tordesillas durante este último mes, con pérdidas que ascienden a más de 300.000 euros, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Valladolid, solicitará el lunes una reunión tanto con el delegado de Gobierno, Miguel Alejo, como con el presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano, para requerirles «un aumento importante de efectivos de seguridad en la zona y más patrullas durante todo el tiempo que haga falta».
Según aseguró el presidente de Asaja Valladolid, Lino Rodríguez Velasco, el colectivo agrícola baraja la posibilidad de contratar a una empresa privada a cargo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural PRODER para que peine la zona por la noche y así impedir que los ladrones desvalijen la maquinaria agrícola de las explotaciones, explicó Rodríguez Velasco, quien agregó que «si la seguridad pública no actúa nosotros tendremos que actuar con seguridad privada».
En busca del cobre
José Luis Peláez Díez ya no sabe cómo proteger sus explotaciones agrarias situadas en las localidades de Villavieja y Velilla después de sufrir dos robos durante el último mes. «En Nochevieja me robaron un pívot y hace tres días me robaron otros dos, y cada uno de ellos tiene un coste de 4.000 euros, por lo que yo ya no se qué hacer porque esto no se puede aguantar más» asegura este agricultor de toda la vida, a quien en noviembre de 2010 los cacos le destrozaron todo el cableado de cobre de los pívots, los aspersores y varias baterías.
Pero estas no son las únicas incursiones de los amigos de lo ajeno que se han producido durante los últimos 30 días en la zona. Agricultores de Berceruelo, Marzales, Tordesillas, Vega, Villavieja, Velilla y Villalar, entre otros muchos municipios, también han sido víctimas de hurtos. El cobre con el que se fabrica toda la maquinaria para trabajar el campo se ha vuelto a poner de moda entre los cacos, quienes aprovechan la noche para hurtar todos los cables posibles de este metal y venderlo en el mercado negro, donde puede obtener un beneficio económico de seis euros por kilo.
«El cobre de un transformador alcanza un precio alto en el mercado, pero el daño económico que causan al agricultora es tres veces más, ya que deben sustituirlo por uno nuevo para poder seguir adelante con el trabajo de sus explotaciones», asegura Alberto Cano, a quien en un año y medio le han robado tres veces, con pérdidas económicas que ascienden, asegura, a más de 22.000 euros.
«La última vez fue en el mes de noviembre y me robaron un arado valorado en unos 13.000 euros y además se llevaron cruces de riego por un valor de 8.500 euros y me destrozaron la caseta del pozo» explica Cano, quien manifestó que «esta situación ya no hay quien la soporte y las autoridades tienen que poner remedio, ya que si esto continua así muchos de nosotros no tendremos dinero suficiente para reponer los aparejos y será nuestra ruina».
Bandas organizadas
Además de las explotaciones de la zona de la comarca de Valladolid, desde Asaja aseguran que los robos se han extendido a los pueblos del área de Tudela de Duero y a la comarca de Tierras de Medina y añaden que «no sabemos quiénes son pero están organizados en bandas».
Por su parte la organización agraria Upa Valladolid propuso ayer al grupo popular de la Diputación de Valladolid, quienes a su vez plantearon en el pleno ordinario de la institución la creación de un seguro contra robos en el medio rural, que «sea la propia institución provincial la que cubra el cien por cien de los gastos que acarrearía dicho seguro, ya que siempre somos los agricultores los que cargamos con todo y no es de recibo que se pretenda asfixiar aún más a los agricultores y ganaderos con una nueva carga económica proponiendo un nuevo seguro sin que las administraciones competentes carguen con el coste que supondría suscribir dicho aseguramiento», subrayó el secretario general de Upa Valladolid, Francisco Fernández.
Además de esta propuesta, Fernández exigió a las Administraciones públicas una ampliación en el número de efectivos que se encargan de la seguridad del medio rural ya que «cada vez hay más robos y con más frecuencia y la seguridad es cada vez menor».
FUENTE: www.nortecastilla.es