Cada vez más pontevedreses acuden a la seguridad privada o a la instalación de alarmas en sus viviendas particulares o en sus negocios. Así lo puso ayer de manifiesto el comisario de la Policía Nacional, José Manuel Salgado, al término de la comisión mixta de seguridad privada.

No obstante, el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández, dejó claro que, cuando se alude a robos o delitos contra el patrimonio, «hay determinados ciclos (...) pero lo que importa siempre al final es la tendencia. Y la tendencia es francamente positiva».

En cualquier caso, la policía considera que este fenómeno es una gran ayuda de cara a la labor policial. No en vano, los agentes solo pueden entrar sin autorización judicial en domicilios donde tengan indicios de que se está cometiendo un delito, por lo que el hecho de que salte la alarma les permite intervenir.

El problema en estos casos son las falsas alarmas que se generan habitualmente. Solo en el 2010 se contabilizaron en la provincia 1.200 alarmas ?133 de ellas en negocios que están obligados a instalarlas?, de las que únicamente catorce eran reales. Un año antes, fueron 1.355 las que se activaron y dieciocho las reales.

Es la Guardia Civil la que sufre en mayor medida estas situaciones, que generan un importe gasto económico. En cualquier caso, la postura del comisario es contundente: «Prefiero acudir a dos mil falsas alarmas y no que quede un ciudadano sin atender».


FUENTE: www.lavozdegalicia.es