El delegado del Gobierno en Galicia apuesta por fortalecer la colaboración entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las empresas de seguridad privada. Antón Louro aprovechó el acto de entrega de las menciones honoríficas concedidas por el Ministerio de Interior a trabajadores de seguridad privada para abogar por el trabajo conjunto como receta contra la delincuencia.
91 empleados de empresas de este sector de toda Galicia se dieron cita ayer por la mañana en Vilagarcía de Arousa para recoger los reconocimientos que cada año la Policía Nacional entrega a guardajurados de la Comunidad Autónoma.
Agentes de ese cuerpo venidos de distintos puntos de la geografía gallega abarrotaron el Auditorio Municipal, que sirvió de escenario a un acto que quiso resaltar los lazos de unión entre la Policía y las empresas encargadas de labores de vigilancia. Ese es, precisamente, el espíritu de unos galardones que cada año se entregan en una ciudad gallega diferente, y con los que el Ministerio reconoce a los que han colaborado de manera destacada al mantenimiento del orden.
Tanto Antón Louro como el jefe superior de Policía de Galicia, Luis García Mañá, apostaron por la formación y las nuevas tecnologías como herramientas clave para continuar avanzando y mejorando los servicios prestados por la seguridad privada.
"Sabemos que desde las empresas de seguridad privada se están haciendo esfuerzos para la mejora de los recursos tecnológicos y, sobre todo, y lo que es más importante, para la formación de su capital humano. Eso es lo que hace realmente que estas empresas cumplan con objetivos que van más allá de un contrato mercantil", aseveró el delegado del Gobierno.
También el responsable del departamento de seguridad de Novacaixagalicia, Enrique López, suscribió una apuesta "de futuro" y en la que, aseguró, los profesionales del sector trabajan de manera "permanente".
Antón Louro y García Mañá no pasaron por alto los "vaivenes de la economía" que, tal y como ambos reconocieron, afectan a las empresas de seguridad privadas.
En ese sentido, el jefe superior de Policía aprovechó para "reflexionar" sobre la necesidad de "persuadir a los productores de bienes y servicios de que la seguridad no es un lujo". "La seguridad no es cara ni barata, es una necesidad", aseveró García.
Los representantes del Gobierno recordaron también los recientes cambios legislativos que, a través de cinco órdenes ministeriales publicadas en los últimos meses "ayudarán de forma decisiva a la regulación y al mejor funcionamiento del sector privado", tal como reconoció el comisario general de Seguridad Ciudadana, José Marín Manzaneda.
Antón Louro no escatimó palabras de reconocimiento para unos trabajadores que, al igual que los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, cada día deben "adaptarse a una delincuencia que evoluciona, que busca nuevos métodos y que también pretende nuevos objetivos".
Con organización y ritmo marcial y prácticamente sin cambiar el paso, los guardias de seguridad condecorados fueron desfilando desde el patio de butacas hasta el escenario del Auditorio para recoger sus distinciones. La alcaldesa de Vilagarcía, Dolores García, que hace escasos días se ha incorporado a su puesto en el Concello tras una baja médica, participó en el acto de entrega.
Aunque los homenajeados no llegaron al centenar, Antón Louro quiso hacer extensivo el reconocimiento al conjunto de trabajadores de empresas de un sector "que tiene cada vez más peso". "Aunque hoy solo sean 91 los condecorados, ampliamos el reconocimiento a todos sus componentes, empezando por los vigilantes a pie de calle y terminando por los técnicos", aseveró el delegado del Gobierno, que apuntó que "cada una de estas personas contribuye a elevar los índices de seguridad de nuestra tierra, ayudándonos a cumplir el mandato constitucional, garantía de nuestro Estado de Derecho".
El acto, celebrado nueve días después del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, sirvió para poner de manifiesto la menor presencia femenina en este sector. De hecho, únicamente 6 de los 91 galardonados eran mujeres.
Japón, que en los últimos días ha padecido un tsunami y se encuentra en alerta por la explosión de centrales nucleares, también estuvo presente en la ceremonia de ayer. Tanto Luis García Mañá como Enrique López recordaron la situación de ese país, así como a los agentes de los cuerpos y empresas de seguridad desplegados en él.
Tras la entrega de menciones de honor a un personal que "supone una ayuda inestimable", tal y como reconocía Louro, los congregados disfrutaron de la actuación de la Big Band de Vilagarcía. A continuación, policías y guardias de seguridad compartieron un aperitivo que sin duda les sirvió para estrechar los lazos entre ellos.
FUENTE: www.farodevigo.es