La Feria de Abril es una gran oportunidad laboral para los cerca de 244.500 desempleados de la provincia de Sevilla que buscaban trabajo al término del primer trimestre del año. El maná soñado da para poco: salarios mileuristas por siete días de trabajo extenuants en las muchas ocupaciones que precisa la fiesta.
El Ayuntamiento de Sevilla cifra el impacto económico de la Feria de Abril en 675,5 millones de euros, lo que equivale al 3,42 por 100 del PIB de la capital andaluza. Sin embargo, bajo las grandes cifras macroeconómicas se esconde otra realidad menos llamativa. Asalariados y asociaciones de consumidores se quejan de la falta de inspecciones de calidad y trabajo.
Según las cifras facilitadas por la Consejería de Empleo, la Feria de Abril de 2010 generó 11.255 puestos de trabajo, cuota que se espera, como mínimo, igualar este año ya que aún no se tienen los datos definitivos de esta edición. La mayoría de esos empleos temporales se concentra en la hostelería, donde el año pasado encontraron hueco 2.397 personas entre camareros y asimilados. Muy de cerca le sigue el personal de limpieza, con 2.282 personas, incluyendo el refuerzo en la plantilla de la empresa municipal de limpieza de 205 operarios.
Vigilantes poco vigilados
En el caso de los vigilantes de casetas (de día y de noche), las cuentas no salen. Aunque hay 1.408 casetas en el recinto ferial, el número de contratos registrados por Empleo para seguridad privada (vigilantes y guardas jurados) durante esta semana festiva es de sólo 126.
José Andrés Calvéndez, supervisor en la caseta municipal (abierta a todo el público) del distrito Nervión, explica que el hecho de tener contrato como vigilante es "un privilegio". Su empresa lo asigna estos días a la vigilancia de casetas como podría hacerlo a cualquier otro destino porque su situación laboral está completamente en orden, "pero así estamos cuatro gatos", confiesa.
La quincena de vigilantes de casetas privadas a los que ha consultado ELMUNDO.es coincide al afirmar que "jamás" han presenciado un control policial ya que es competencia de la Policía Nacional velar por la regularidad de los contratos de este sector.
1.000 euros por 84 horas
Ejemplos de esta falta de control los hay por doquier: un guarda que prefiere permanecer en el anonimato gana en negro 1.000 euros por 84 horas de trabajo en la puerta de la caseta de domingo a domingo sin ningún distintivo que lo identifique como tal, sin cotizar a la Seguridad Social y sin contrato.
Un colega de profesión, Dámaso Arenas, ve en ello "una vergüenza que esto siga ocurriendo porque perdemos todos". En su caso, gana menos de los 1.000 euros por una semana de trabajo, pero prefiere la seguridad que le otorga su caseta en la calle Joselito el Gallo "a ser un ilegal".
El Ayuntamiento de Sevilla asegura con rotundidad que las inspecciones de seguridad son tarea de la Policía Nacional, pero que, en cualquier caso, "a todas las empresas que contrata esta delegación para mantenimiento, montaje, organización, etc, se les exige que tengan a todo sus recursos humanos dados de alta y cumplan con todos los requisitos que marca la ley en materia laboral". Pero, ¿y el resto de casetas?
Enrique Ruiz, responsable de Seguridad Privada del sindicato CSI-F aclara que todos los años denuncian la "repentina" creación de empresas de seguridad meses antes de la Feria de Abril, carentes de los requisitos pertinentes para cumplir con la homologación que exige el Ministerio del Interior. "Es más, varias veces hemos indagado y corroborado que estos mal llamados 'vigilantes' son delincuentes", subraya.
Inspecciones de consumo
La Feria está muy poco vigilada, desde todos los puntos de vista. La asociación de consumidores Facua ha expresado su preocupación por la ausencia de inspecciones por parte del Ayuntamiento en materia de Salud Pública y Consumo. "En las casetas públicas tenemos serias dudas sobre la práctica de dichas inspecciones, pero en las privadas estamos seguros de que no se llevan a cabo", señala Rubén Sánchez, portavoz del colectivo.
"Todos los años, Facua saca una patrulla a la calle para supervisar lo que no realizan las autoridades competentes y, sólo en la Feria de 2010, se detectaron más de 100 irregularidades en listas de precios, control de calidad en la manipulación de alimentos y condiciones de higiene". El responsable de estos controles es el Ayuntamiento y, en última instancia, la Junta de Andalucía. Nadie dice nada.
El gigante se alza sobre pies de barro. El lunes 9 de mayo volverán a las colas del Servicio Andaluz de Empleo para demandar un puesto de trabajo, quién sabe si en la próxima feria andaluza para completar un sueldo de mileurista por una semana de trabajo a destajo.
FUENTE: www.elmundo.es