Según ha informado el sindicato UGT, la agresión se produjo hacia la una de la madrugada del pasado sábado, cuando una quincena de personas esperaban en la parada de Gorg (Badalona) que llegara el tranvía con la intención de linchar al conductor.
La víctima intentó encerrarse en la cabina pero no pudo evitar que le golpeasen y recibió dos puñetazos que le han obligado a estar de baja laboral.
Según UGT, tras la agresión, la plantilla decidió parar el servicio hasta la mañana de ayer.
Fuentes de la empresa Tram SA han confirmado la agresión y han informado que ayer se reunió la dirección de la compañía con el comité de seguridad y salud y se acordó reforzar con agentes de seguridad privada las terminales de las paradas de Gorg, Sant Adrià de Besós y Ciutadella-Vila Olímpica.
El presidente del comité de empresa de Trambesós, Ángel Casermeiro, ha explicado a Efe que en los tramos de tranvía que van a los barrios de la Mina y de Sant Roc son constantes los problemas de incivismo.
Según Casermeiro, los insultos y amenazas a los conductores son diarios y los comportamiento incívios constantes, con gente que no paga el billete, que fuma y come dentro de los vagones, que se droga o se desnuda.
"Todo esto lo vamos sobrellevando, pero cuando se llega a la integridad física no lo podemos permitir", ha dicho el presidente del comité de empresa, que desconoce hasta cuando se mantendrá el refuerzo de seguridad privada y si será suficiente.
Casermeiro ha pedido que sean la fuerzas y cuerpos de seguridad los que tomen cartas en el asunto y ha solicitado "más implicación y responsabilidad a la Autoridad del Transporte Metropolitano, al Ayuntamiento de Barcelona, a la Generalitat y a los diferentes cuerpos de seguridad".
Según el responsable sindical, la UGT lleva más de dos años denunciando las condiciones de inseguridad y peligro en las que trabajan a diario los conductores y los inspectores de las líneas T-5 y T-6 durante los trayectos por determinadas zonas de Badalona y Sant Adrià de Besós.
"La plantilla está atemorizada", ha dicho Casermeiro, que duda de la iniciativa adoptada por la empresa de entablar un proceso de mediación con los grupos violentos de personas a través de la Federación de Entidades Gitanas de Cataluña.
UGT también ha denunciado que hasta ahora en todo el Trambesós sólo había tres agentes de seguridad privada que acompañan a los inspectores a pedir el billete a los pasajeros y que cuando han solicitado más vigilantes la empresa les ha respondido que no había presupuesto.
FUENTE: www.abc.es