La seguridad privada cada día de nota más en zonas de la ciudad afectadas por los seísmos cuyos edificios están calificados con código rojo o amarillo. Es la reacción de muchas comunidades de propietarios ante el temor de que sus viviendas, inhabitables temporalmente, sean objetivo de robos y saqueos durante la madrugada.
Los vigilantes de seguridad hacen rondas a pie y en coche durante la noche y se retiran a primera hora de la mañana cuando la actividad vuelven a las calles. Esto ocurre en barrios especialmente afectados como son La Viña, Alfonso X, La Seda, donde hay manzanas casi vacías porque todos sus inmuebles presentan daños estructurales y no se permite el acceso a los propietarios salvo unos pocos minutos para recoger algunos enseres, pero también hay casos en el centro de la ciudad.
Los vecinos de una manzana completa entre Los Naranjos, Jerónimo Santa Fe y Juan Antonio Malo comparten los servicios de una de estas empresas, que ha llegado a desalojar, hasta en siete ocasiones en los últimos días, a personas ajenas a los edificios que intentaban entrar a los mismos de madrugada o que ya lo habían conseguido.
En algunos casos, los daños impiden que las puertas de acceso a los edificios puedan cerrarse, por lo que las casas se quedan «vendidas», ha indicado personal de una de las empresas de seguridad, que asegura que los supuestos ladrones llegan a los inmuebles a bordo de furgonetas.
El botín que buscan no solo incluye el que puedan encontrar dentro de los pisos, sino también materiales de construcción y algunos productos del desescombro de edificios. Cobre, vigas de hierro e incluso puntales también forman parte de las preferencias de estos saqueadores.
FUENTE: www.laverdad.es