Dos policías de forma permanente. «Mañana, tarde y noche», recalcan desde el Ayuntamiento cacereño. El escenario del edificio Embarcadero es cambiante y la seguridad no será la excepción. En dos semanas, los vigilantes privados se irán definitivamente y sus funciones pasarán a realizarlas agentes de la Policía Local. El Gobierno ha tomado esa decisión por dos razones. Por un lado para mejorar la propia seguridad, que había quedado en entredicho hace solo unos días ante los actos de vandalismo que protagonizaron varios jóvenes. Por otro, se trata de una cuestión muy simple, de recorte de gastos en plena política de austeridad de la administración. Los agentes se instalarán en agosto y la medida permitirá ahorrar unos 120.000 euros anuales.
Donde había guardias de seguridad de una firma especializada del sector aparecerán los agentes con sus uniformes oficiales. En realidad ya lo han hecho. Un policía tuvo que acudir al área de innovación de Aldea Moret después de que los problemas se extendiesen, no solo en el Embarcadero sino también en el Garaje 2.0, según reconoce el portavoz municipal. «Eran un grupo de chicos de unos 14 años que habían hecho destrozos en el edifico y boicotearon una reunión de minusválidos. Tuvimos que mandar a un agente», confirma Valentín Pacheco.
Ayer la Junta de Gobierno dio un paso más. Acordó suprimir la vigilancia privada y apostó por trasladar esas funciones a la Policía Local. «Ese servicio lo prestará de forma permanente», subraya Pacheco. Según él, las razones son de peso: «Se mejora la seguridad y se ahorra dinero». Incluso se ha podido cuantificar ese ahorro. Si las cuentas no fallan, 328 euros al día.
La misma empresa que dejará de trabajar en el Embarcadero se ocupa de la vigilancia en otras dependencias municipales, como Valhondo. El Ayuntamiento aún no ha decidido nada al respeto, pero quiere hacer «un informe exhaustivo» para valorar si la Policía Local puede hacer esa tarea en los inmuebles públicos sin descuidar las labores que ya desempeña en la calle.
FUENTE: www.hoy.es