Telma Ortiz, víctima de una red de espionaje
Cada detalle de la vida de Telma Ortiz ha estado a punto de formar parte del archivo de todos los medios de comunicación. La Unidad de Seguridad Privada de Jefatura de Barcelona ha desmantelado una red que negoció con datos personales de más de 3.000 personas, entre las que se encontraba la hermana de la princesa.
Según publica Interviú en su último número, esta red intentó adueñarse de todos los detalles de su vida laboral para luego comercializarlos en los medios. La llamada Operación Pitiusa ha implicado en el caso a 189 personas, entre policías, funcionarios de Hacienda, de la Seguridad Social, empresarios, guardias civiles y detectives de las más prestigiosas agencias de investigación.
Entre los datos que más interesaron de la vida de Telma Ortiz estaba el resumen laboral. Este archivo fue robado de los ordenadores de la Seguridad Social y vendido a un detective que ahora está imputado en el caso. Dicho detective, según afirma la revista, estaba contratado por un medio de comunicación.
La vida laboral de Telma Ortiz cobró mucho interés cuando se unió a las filas del Ayuntamiento de Barcelona. Telma aceptó el cargo de subdirectora de proyectos del departamento de Relaciones Internacionales. Su elevado sueldo, que superaba los 50.000 euros, hizo que la oposición acusase al ayuntamiento de haber elegido este cargo a dedo.
No hay sólo una víctima en esta historia
La hermana de la princesa Letizia no ha sido, sin embargo, la única cuyos datos han podido pasar a las manos de los medios. Entre las víctimas de este caso también se encuentran altos directivos de compañías o Ignacio López del Hierro, marido de Dolores de Cospedal. El empresario fue espiado mientras trabajaba como asesor de dos multinacionales. La firma Neoris –dedicada a la inteligencia informática- se encontraba en fase de compra o absorción por parte de Amper y su comisión en caso de éxito hubiese superado los 6 millones de euros.
En el centro de toda esta trama de corrupción se señala a Francisco Pérez, conocido como Paco el Conseguidor. El sumario asegura que las fuentes recibían peticiones que superaban los 6.000 euros desde Suiza.
De 30 euros a 40.000 euros
Este entramado se encargaba de obtener datos personales que podían alcanzar grandes cifras de dinero. La organización conseguía los datos de un DNI desde 30 euros hasta los 40.000 por una declaración de la Renta. Además, algunas empresas contrataron estos servicios para investigar la vida de sus empleados y así presionarles para que aceptasen un despido barato
FUENTE:Vanitatis.com