A Mariña

Nadie vigila el helipuerto, la sede de Mar y Gardacostas en Celeiro


Anoche dejaron de controlar las instalaciones cuatro guardias jurados


Desde la pasada medianoche se ha suprimido el servicio de vigilancia privada que controlaba el helipuerto de Celeiro donde tiene su base el Pesca 2, el recinto anexo donde se acumulan embarcaciones, algunas incautadas a narcotraficantes, aís como aperos de pesca decomisados en diferentes puntos de la costa gallega, la sede de la Xefatura de Coordinación de Mar y la zona donde atracan las embarcaciones del Servizo de Gardacostas. Anoche dejaron de controlar esas instalaciones los cuatro guardias de seguridad que se turnaban en la supervisión de esas instalaciones de la Consellería do Medio Rural e do Mar.


Como ya avanzó este diario a mediados de mayo, ese departamento autonómico decidió rescindir el contrato con Sequor, empresa de seguridad privada que percibía 1,6 millones de euros por vigilar las instalaciones de Gardacostas, tanto en la base central como en las diferentes bases. De los 30 guardias que se ocupaban de ese servicio, únicamente continuarán seis, dos, durante las noches en Portosín, y cuatro, durante las veinticuatro horas, en Ribeira.

Fuentes de la Consellería do Mar justificaron la reducción de la vigilancia por un «axuste» con el que pretende lograr «un aforro para as arcas públicas, cunha redistribución máis eficiente dos servicios». En el caso del helipuerto, recuerdan que los propios tripulantes de la aeronave están de guardia durante las veinticuatro horas. Informaciones a las que ha tenido acceso este diario revelan que habrían puesto en conocimiento de Inaer, la adjudicataria del servicio autonómico de helicópteros de salvamento, la supresión de la vigilancia privada. Sobre todo porque cuando la aeronave esté volando no quedará nadie en el helipuerto.

«Si la tripulación está de servicio, todo queda sin vigilar y puede suceder cualquier cosa»

URL:http://www.lavozdegalicia.es/noticia/amarina/2012/05/01/vigila-helipuerto-sede-mar-gardacostas-celeiro/0003_201205X1C3991.htm

FUENTE:La Voz de Galicia