Royston Drenthe aterrizó en el aeropuerto de El Altet en un vuelo que llegaba a Alicante a sobre las 19.00 horas del lunes. El aún jugador del Hércules era escoltado por un gran cordón policial, como si de una gran estrella del rock se tratase, que le ha dirigido hacia un vehículo en el cual nada más entrar el futbolista ha arrancado con gran velocidad dirección Alicante.Drenthe ha sido recibido por un grupo de aficionados que le increpaban con palabras como pesetero, niñato o le lanzaban frases indicándole que se marchase al Real Madrid. No sólo estos aficionados le han increpado, conforme pasaba por las instalaciones de El Altet, viajeros allí presentes se sumaban a estos aficionados increpándole que se marchase al Elche que allí cobraría.
El jugador holandés del Hércules Royston Drenthe llegó esta tarde al aeropuerto del Altet de Alicante y salió de las instalaciones aeroportuariasescoltado por efectivos policiales, mientras era increpado por unos pocos aficionados que allí se congregaron.
El internacional holandés debía haberse reincorporado al trabajo con el resto de la plantilla del Hércules una vez finalizadas las vacaciones navideñas la pasada semana, pero el futbolista se negó y alegó el impago de las últimas nóminascomo argumento, aunque finalmente regresó hoy de Holanda.
Drenthe, a pesar de que algunos representantes del club herculano le dieron la posibilidad de abandonar el aeropuerto por una zona privada, decidió salir por la pública, donde fue escoltado por efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional y seguridad privada.
Leer más: Drenthe sale escoltado y es increpado por aficionados
El supuesto uso de fondos del Estado para rescatar al atunero «Alakrana» de los piratas somalíes que lo secuestraron durante 47 días en aguas del Índico, amargó el pasado diciembre el inicio de la Presidencia rotatoria de la Unión Europea a José Luis Rodríguez Zapatero. Un año más tarde, el PP ha amenazado con emprender acciones legales si el Gobierno no aclara si hubo o no dinero público para salvar la vida de los 36 tripulantes del buque vasco, liberado en noviembre de 2009.
En el ojo del huracán se encuentra la diplomática catalana María Jesús Figa López-Palop, anterior subsecretaria de Exteriores. A ella se le atribuye haber dictado la orden de transferir el dinero, el 12 de noviembre del año pasado, para «gastos corrientes», al entonces embajador en Kenia, Nicolás Martín Cinto. Según las informaciones publicadas estos días, Figa habría dicho entonces que el dinero se repondría. De acuerdo con la misma versión, en abril de 2010, un donante no identificado ingresó 354.000 euros en la cuenta del Ministerio en una entidad bancaria madrileña. Tras las gestiones fallidas de otros altos cargos, Martín Cinto, con fama de excelente negociador, tuvo un papel clave en el desenlace del secuestro, según reconocieron a LA NUEVA ESPAÑA fuentes de Exteriores.
Los diputados del PP Arturo García Tizón y Jaime García Legaz consideran a la ex «número tres» del Ministerio de dar curso a una orden ilegal, ya que, según ellos, conocía el fin de la transferencia, pagar una recompensa con dinero público, que según la ley española, es delito. En el Ministerio de Medio Marino, cuyo subsecretario era entonces el asturiano Santiago Menéndez de Luarca, en todo momento han negado el uso de dinero estatal. «No hemos pagado nada», ésa fue la escueta frase que obtuvo LA NUEVA ESPAÑA el pasado año, la versión que mantienen hoy las mismas fuentes, aunque alguno de los consultados reconoce que los fondos reservados existen precisamente para resolver «situaciones delicadas».
Leer más: Piratas en el Índico: ¿Costeamos los ciudadanos españoles negocios privados?
«Los porteros de discoteca nos jugamos el físico cada noche, y la ley no nos respalda». El colectivo, en vías de profesionalización, hace una llamada de auxilio ante la insatisfacción que les deja el decreto de la Xunta 8/2010 (regula la actividad de control de acceso a espectáculos públicos y actividades recreativas), y que, sostienen, «exige mucho y da poco».
El caso del portero de un pub de Lugo envuelto el pasado 24 de octubre en un suceso que acabó con dos heridos por arma blanca y un cruce de denuncias hizo acrecentar la inquietud. Y donde más crítica se vuelve sobre el decreto es cuando este fija las funciones del controlador de acceso -portero de discoteca de toda la vida- en lo que se refiere a situaciones de tumulto.
El párrafo que suscita el disgusto general y la polémica establece su deber de informar «al personal de vigilancia, si lo tuviese, o, en su defecto, a las fuerzas y cuerpos de seguridad, de las alteraciones del orden que se produzcan en los accesos o en el interior del establecimiento, sin perjuicio de las actuaciones que pueda llevar a cabo con el fin de velar por la integridad física de las personas y los bienes, cuando la urgencia lo requiera».
Leer más: Los porteros nos jugamos el físico cada noche, y la ley no nos respalda
Los banquillos de la Asociación Deportiva Ceuta y el San Roque estuvieron hiperactivos durante todo el choque. Para comprender qué pasó lo más útil es echarle un vistazo al acta redactada por el árbitro del encuentro.
El árbitro amonestó al delegado de campo del Ceuta, José Luis Pérez Viruel “en el minuto 65 por encararse con el entrenador visitante, abandonando su banquillo, sin llegar a insultar ni amenazar”, recoge el acta. Por idéntico motivo amonestó al entrenador Sergio Lobera, que estaba también fuera de su área técnica.
Pérez Viruel vería la roja, en el 88 al sumar una nueva amarilla “por realizar un corte de mangas al banquillo visitante”. No fue el único que tuvo que irse del campo. El encargado de material, Manuel Vilches Vazquez, en el mismo minuto fue expulsado “por abandonar el área técnica y dirigirse a un componente del banquillo visitante en estos términos: ‘Me cago en tu puta madre, en mi casa a mí no me vas a decir lo que tengo que hacer”, recoge el acta del encuentro.
Eso en el lado del Ceuta, el San Roque perdió al ayudante sanitario, Miguel Ezequiel Boixados en el minuto 73 “por saltar con brazos en alto y a viva voz protestando mis decisiones”, explica el árbitro en el acta.
Un vigilante de seguridad de la Estación de Autobuses de Pamplona ha ingresado en prisión como presunto autor de un delito de tráfico de drogas, tras ser detenido por agentes de la Policía Nacional al ser sorprendido vendiendo cocaína en los sótanos del recinto. El arrestado, R.A.T., de 32 años, es natural y vecino de Pamplona.
En la operación, fueron detenidas otras dos personas, N.F.C.G., de 49 años, nacido en Colombia y domiciliado en Pamplona, y A.C.I., de 29 años, nacida y domiciliada en la capital navarra, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. La Autoridad Judicial también ha decretado el ingreso en prisión de N.F.C.G., según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de noviembre al detectarse que en la nueva Estación de Autobuses de Pamplona se podrían estar cometiendo delitos contra la salud pública. Así, se apreció que un anormal número de personas, sin hacer uso de las instalaciones de la estación, se entrevistaban de forma clandestina con uno de los vigilantes de seguridad, de manera continuada y en horas fuera del tráfico habitual.
Leer más: En prisión un vigilante de seguridad de la estación de autobuses por vender cocaína