El PSOE y el PP están negociando 'in extremis' una reforma constitucional que contemple la disciplina presupuestaria de las administraciones públicas y también están acercando posturas, de forma paralela, sobre una futura ley orgánica en la que se recogería la cifra de límite máximo de déficit.

Según han informado a Efe fuentes socialistas, el acuerdo sobre la reforma de la Constitución está "muy avanzado", no incluye una cifra exacta de tope de déficit y sólo falta cerrar algunos "flecos" con el Partido Popular.

A la vez, los dos principales partidos están negociando una ley orgánica posterior en la que sí se fijarían cifras concretas, que no han querido ser precisadas por las fuentes.

La coordinadora de la campaña electoral del PSOE, Elena Valenciano, ha calificado como "fundamental" el acuerdo con el PP en el que está trabajando su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en el que los socialistas han insistido "mucho" para que las cifras no figuren en el texto constitucional.

Valenciano ha resaltado que este acuerdo permitirá "flexibilidad para que la economía pueda adaptarse a los tiempos buenos y también en los momentos malos", que garantice la sostenibilidad de la política social, y ha manifestado su voluntad de que otras fuerzas políticas apoyen el texto.

El objetivo, ha subrayado, es que la economía española alcance una estabilidad que permita no volver a cometer "los errores del pasado".

Mañana acaba el plazo teórico para que la medida pueda tramitarse en las Cortes Generales antes de que se disuelvan, el 27 de septiembre, tras la convocatoria electoral del 20-N.

Si finalmente hay acuerdo, la reforma constitucional será aprobada por la Cámara Baja la próxima semana, en tres días, ya que será tomada en consideración el martes y verá la luz verde el viernes, antes de pasar al Senado.

Fue el presidente del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un pleno extraordinario del Congreso el pasado martes, quien abogó por fijar un techo de deuda y déficit públicos en la propia Constitución, en la línea de Alemania.

El líder del PP, Mariano Rajoy, aceptó la oferta, que necesita ser aprobada por los tres quintos de los miembros de las Cortes Generales, lo que obliga a los dos principales partidos a votar juntos.

Sin embargo, casi inmediatamente surgieron voces críticas en el seno del propio PSOE, tanto por las formas, al tratarse de una modificación "exprés" de la Constitución a pocos días del final de la legislatura, como por el fondo, al dudar de la conveniencia de fijar en la Carta Magna una disciplina presupuestaria rígida.

Ante el desasosiego, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, decidió anoche tomar cartas en el asunto y asumir las riendas de la negociación, y hoy ha ofrecido al PP no incluir ninguna cifra exacta de tope de déficit en la reforma constitucional y desarrollar ese aspecto en una ley orgánica.

Durante esta tarde, numerosos dirigentes del PSOE han salido en tromba a través de las redes sociales a defender la propuesta de Rubalcaba, como la propia Elena Valenciano, quien ha escrito en su cuenta en Twitter que "no poner en la Constitución las cifras límite del déficit permite proteger a los más débiles y afrontar situaciones difíciles".

Valenciano indica en otro "tuit" que "lo que el PP siempre ha querido, esta vez también", es el déficit cero, mientras que los socialistas quieren poder disponer de margen para afrontar momentos de dificultad.

Compañeros suyos de hemiciclo, como Juan Moscoso del Prado o Manuel Pezzi, rechazan la posibilidad de convocar un referéndum, al igual que el portavoz del PSOE en la Comisión de Interior, Antonio Hernando, quien sostiene: "No creo necesario referendo y voy a ser claro, no voy a pedirlo como diputado".

FUENTE: www.lasprovincias.es