Las empresas españolas deben apostar por el cumplimiento de las normas de privacidad para generar "un Big Data marca España" que se presente "al mundo como algo seguro y de confianza", según ha afirmado el director de la Asociación Profesional Española de Privacidad (APEP), Ricard Martínez.

En declaraciones a EFE, el director de APEP ha asegurado que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que empiezan a usar esta nueva tecnología para ofrecer sus servicios deben ceñirse a la legalidad e incorporarla en sus diseños y productos ya que eso supondría "una oportunidad" en lugar de un "inconveniente".

Las Jornadas "Big Data", celebradas hoy en el Ateneo Mercantil de Valencia, también han contado con la participación del experto en derecho informático y coordinador de APEP Valencia, Lucas Espuig, y el consultor especializado en nuevas tecnologías Raúl Costa.

La tecnología Big Data se usa para procesar grandes volúmenes de datos y encontrar información útil para conocer gustos y costumbres de los clientes para así satisfacer sus necesidades.

Big Data, que permite analizar el tipo de mercado y encontrar un nicho en él, ofrece la oportunidad de "optimizar los recursos" y "mejorar la productividad", ha señalado Espuig.

De esta misma opinión es Ricard Martínez: "Big Data no tiene por qué estar reñido con la privacidad de una persona" si se introducen herramientas en el diseño del negocio como establecer qué datos se van a estudiar, con qué finalidad y cómo evitar que terceras personas acceden a ellos.

No obstante, Espuig ha apuntado que la empresa que se valga de esta tecnología "debe ser transparente en la información" y avisar a los clientes de para qué va a usar su datos, además de que siempre debe apostar por la "opción menos invasora" y no requerir el nombre y apellidos de los consumidores si estos datos no son necesarios para el desarrollo del negocio.

Esta tecnología no cuenta todavía de una normativa propia desarrollada, pero eso no exime a las empresa de responsabilidades puesto que, según Martínez, deben regirse por las normas de la protección de datos, de la protección del derecho de los consumidores y de la protección de la propiedad intelectual industrial entre otras.

"Lo que no se puede hacer es desarrollar primero el proyecto Big Data y aplicar la ley después porque eso casi siempre funciona mal", ha remarcado Martínez.

Para empezar un negocio con seguridad, ha subrayado el director de la APEP, hay que contar con asesoramiento jurídico: "Lo que resulta caro es no hacerlo (acudir a los juristas) porque si después se incumple la ley de protección de datos nos podemos enfrentar a multas desde 900 a 600.000 euros".

El asesor del grupo Agrupa Consultores Raúl Costa ha destacado entre las malas prácticas del Big Data no utilizar la información de forma anónima, usarla para finalidades que no son las que se marcaron en la recogida de datos, no haber solicitado el consentimiento para esos tratamiento o ceder la información a terceras entidades sobre las que no se tiene el consentimiento del titular e los datos.

Costa ha declarado que siempre se debe velar por "la seguridad y la disponibilidad de la información en caso de que se recaben datos personales a través de las redes sociales".

El jurista ha remarcado que muchos ciudadanos no son conscientes de la importancia de sus datos y que, ante cualquier problema, deben dirigirse a la empresa para que le informen de los usos que han hecho de ellos y, si la respuesta no es satisfactoria, deben optar por acudir a la Agencia Española de Protección de Datos.

 

Fuente: abc