Lamenta que no se han instalado ni timbres antipático, ni cámaras de seguridad, "sólo una puerta enrejada" SEVILLA, 1 (EUROPA PRESS) El presidente del Sector de Sanidad CSI-F de Sevilla, Fernando Castelló, ha elevado este mismo martes un escrito tanto a la Delegación Provincial de Salud como a la Dirección Gerencia del área hospitalaria Virgen Macarena, en el que reprocha a estas autoridades sanitarias la "retirada del vigilante de seguridad" del centro de salud mental del Polígono Norte, después de que el pasado día 15 de febrero se registrasen "múltiples agresiones contra profesionales" a manos de un usuario, lo que motivó precisamente el que desde Salud se anunciase la puesta en marcha de varias medidas de seguridad, entre ellas, la del vigilante de seguridad.

Según recoge este escrito de CSI-F, al que ha tenido acceso Europa Press, ya desde el pasado día 23 de este mes, la Gerencia del Virgen Macarena "dio orden de la retirada de esta figura que garantiza la seguridad y tranquilidad de profesionales y usuarios", debido, al parecer, "a que tras la colocación de un portero automático y una puerta enrejada de acceso al centro, que permanece cerrada, se entiende que la presencia de esta figura no es necesaria".

Pese a estas medidas, el escrito de queja de este sindicato pone de manifiesto que "no se han tomado las medidas correctoras oportunas que garanticen la seguridad", entre otros motivos porque "no se han instalado timbres antipático, ni cámaras de seguridad en el centro".

Por ello, desde este sindicato dicen "no entender" como se retira la "única medida correctiva" que se ha tomado para evitar las agresiones, "como era la presencia de seguridad física".

Sostiene en su queja elevada a Salud que, "según nos consta tanto por parte de los profesionales como por nuestra propia apreciación en las visitas que hemos realizado con posterioridad al centro", las medidas preventivas que se habían colocado en un principio había dado al centro "de una tranquilidad y dinámica de buenas maneras que hacía tiempo no se respiraba".

"Con la medida de 'seguridad' tomada por esta Gerencia de colocar dicha cancela y portero automático, lo único que se proporciona es la incomodidad y carga de trabajo correspondiente a la auxiliar administrativa que recibe a todos los pacientes en el mostrador de entrada del centro", reprochan por contra.

Además, desde CSI-F entienden que esta puerta enrejada "no proporciona más seguridad a los profesionales y usuarios, sino que más bien convierte al centro en un espacio aún más cerrado en caso de emergencia, ya que con el cerramiento electrónico y las barreras físicas implantadas solo se dificulta ostensiblemente la evacuación del Centro en caso de necesidad".

Por todo ello, han solicitado en el registro que recoge Europa Press que coloquen "de inmediato" las medidas que se reflejan en la normativa de Prevención de Riesgos Laborales y en el protocolo de agresiones a profesionales "tales son colocación de timbres antipánico en cada uno de los puestos de trabajo, cámaras de seguridad tanto en los espacios comunes como en los exteriores del centro y, por supuesto, la implantación de personal de seguridad física".

Finalmente, han pedido que se "priorice" el traslado de este centro a su ubicación definitiva, "que ya se tenía que haber producido a su enclave en el centro de salud del Alamillo". Por ello, han advertido que desde CSI-F se tomarán "todas las medidas legales que fueren oportunas si no se solucionan todas estas situaciones a la máxima brevedad".

 

FUENTE: es.noticias.yahoo.com