Dos semanas después de que se ordenase la retirada de los equipos externos de vigilancia del edificio judicial de la capital ourensana, ha comenzado la instalación de las nuevas cámaras.

Se trata de un nuevo equipamiento cuya colocación aún está por concluir, con lo que todavía tardará algunos días en estar operativo. De todas formas, ya ha trascendido que se trata de cámaras de una mejor calidad que las anteriores y de las que además la Xunta ha adquirido una mayor cantidad, de forma que se reforzará la hasta ahora precaria seguridad en todo el entorno judicial.

Especialmente, quedará perfectamente controlado uno de los laterales del edificio, el que se encuentra anexo a los jardines de la rúa Concello. Ha sido esa zona, precisamente, la que se ha visto más desprotegida frente a los asaltos de los vándalos. Fue allí donde, hace menos de un mes personas que por el momento no han podido ser identificadas colocaron un artefacto explosivo de fabricación casera en una de las ventanas de la planta baja. Entonces había una cámara de seguridad enfocando hacia la zona, pero no pudo grabar nada porque no estaba operativa. Semanas antes, un fallo eléctrico que pudo haber sido provocado por una tormenta, había dejado inactivo todo el circuito. No fue reparado.

Aquel artefacto, que no llegó a explosionar, era el segundo que alguien colocaba en aquella misma ventana, la que da a la sede del colegio de procuradores. En septiembre del 2009 otro artefacto de similares características sí llegó a explosionar, aunque sin causar daños personales y provocando escasos desperfectos.

Hace algunos meses también se descubrieron numerosas pintadas, contra la justicia y quienes la imparten, en varias fachadas del edificio judicial. Se espera que una vez que se activen las cámaras, cesen todos los actos de vandalismo.

 

FUENTE: www.lavozdegalicia.es