Cuando el lunes 18 de octubre la coordinadora de residencia La Caritat, en Olot, revisó las cámaras de seguridad de la zona de acceso, de la planta baja y del primero piso se encontró que no había ninguna grabación. El día antes, los Mossos d'Esquadra habían detenido al celador de la residencia, Joan Vila, acusado de matar con lejía a Paquita Gironès. Esas cámaras enfocaban la puerta de la habitación de Gironès y la sala donde ella pasaba buena parte del día. "Este disco duro, por motivos que esta instrucción desconoce, no tienen ninguna imagen guardada anterior a las 05.34 del 18 de octubre", anotó la policía autonómica. Vila confesó a los agentes que envenenó a la mujer cuando estaban los dos solos en su habitación. La residencia La Caritat tiene 28 cámaras que graban 24 horas al día lo que ocurre en el centro. Sólo la coordinadora, la administrativa y el director tienen las claves para ver las imágenes, pero el grabador está instalado en un armario en la sala de la televisión, al que cualquiera puede tener acceso.

También es un enigma el contenido de las seis memorias extraíbles que los Mossos d'Esquadra se llevaron de casa de Vila, que vive con sus padres en Castellfollit de la Roca, un municipio de unos mil habitantes muy cercano a Olot. Cuando las fueron a abrir descubrieron que estaban borradas. Los agentes están tratando de recuperar el contenido.

Además, la policía autonómica se llevó los ordenadores que tenía en su casa y los del hospital. En uno de ellos encontraron un correo electrónico en el que hablaba de la tanatopraxia (maquillaje de cadáveres). Vila pedía información sobre un curso a la funeraria de Olot.

El celador, en su declaración ante el juez, aseguró que no lo miró para él. "En ningún momento me despertó curiosidad el curso", dijo. Y señaló a una compañera de trabajo: "Un día hablé con Raquel, que es una trabajadora de La Caritat. Ella tenía interés y quise enterarme de qué iba".

Sobre esa compañera, explicó también que estaba interesada en las energías. Como en su día comentó sobre la peluquera, vecina de sus padres, que le recomendó "un libro sobre acerca de la muerte". "Ella va a cursos de tanatopraxia, pero está más enfocada a los espíritus y la muerte", aseguró.

 

FUENTE: www.elpais.com