El montante total de las piezas sustraídas en los cinco atracos a joyeros registrados desde julio en la capital ronda los 10 millones de euros, según revelaron a este periódico fuentes del sector.

Los «damnificados» han sido el almacén de Joyeros Alfaros, la relojería Suiza, un taller de Cañero, otro de la calle Isabel II y la empresa Juan Castro Ariza, ubicada en el polígono El Granadal.

Otras muchas se han librado gracias a los sistemas de vigilancia y los agentes policiales, que han logrado frustrar asaltos a firmas joyeras en hasta 13 ocasiones en los últimos cinco meses.

Preocupados

La situación trae de cabeza a los empresarios, que están reforzando las medidas de seguridad de sus establecimientos para evitar sumarse a los objetivos de los cacos.

Entre los nuevos sistemas que se están incorporando, destacan las cámaras de vigilancia, la mejor manera de registrar en imágenes un suceso de este tipo y así facilitar la detención de los culpables.

Los trabajadores del sector se sienten más desprotegidos desde que entró en vigor el pasado mes de agosto el nuevo Reglamento de Seguridad Privada que establece que para considerar válidamente verificada una alarma han de activarse, de forma sucesiva, tres o más señales procedentes, cada una, de elementos de detección diferentes, con lo que los delincuentes tienen más tiempo.

Desde la Asociación Provincial de Joyeros y la Subdelegación se anima a los orfebres a que extremen las precauciones. La recomendación del presidente de la patronal, Manuel Berral, va más allá, y aconseja a los empresarios que se trasladen al Parque Joyero, donde los sistemas de protección son inmejorables. «Soy consciente de que no es el mejor momento para llevar a cabo las inversiones que supone cambiar de ubicación, pero es mejor eso que quedarse sin nada», apuntó.

En cuanto a los asaltos, la Policía Nacional, según comunicó hace un mes la Subdelegación, descarta que estos hechos hayan sido realizados por una banda organizada asentada en la ciudad, ya que el «modus operandi» utilizado en cada uno de los atracos ha sido diferente.

En el último de los asaltos perpetrado a la firma Juan Castro, los ladrones se llevaron oro, plata y piedras finas, en una sofisticada operación que incluyó cuatro butrones y reventar la cámara acorazada con instrumentos potentes para después limpiar su interior.