La seguridad del polígono industrial de Vilalba no encuentra pagadores.

La instalación de medidas de seguridad en el polígono de Vilalba lleva años debatiéndose sin haber llegado a la teórica conclusión, que no sería otra que la decisión de implantar alguna. Colocar cámaras de vigilancia o contactar con alguna empresa para que su personal recorriese el parque empresarial de Sete Pontes son las dos alternativas que se han planteado sin que ninguna haya fructificado.

En unos tiempos en los que las restricciones aparecen por todas partes, el dilema sobre la financiación de esas medidas resulta más importante. La patronal se encuentra con la falta de ayudas oficiales para afrontar esos gastos, pero además se ha comprobado que la disposición de las empresas a cubrir cualquiera de los dos presupuestos necesarios es muy baja en estos momentos.

El presidente de la asociación de empresarios de Sete Pontes, Jesús Sardiña, aportó ayer algunos datos sobre esa cuestión. Dijo, por ejemplo, que menos de la mitad de los algo más de cien empresarios del polígono estaban dispuestos a aportar alguna cantidad para la instalación de cámaras de vigilancia. El coste total rondaría los 90.000 euros, y ni siquiera la participación de todos los socios, que se verían obligados a realizar sendas aportaciones de 900 euros, serviría para que la entidad presidida por Sardiña se animase a colocar las cámaras.

Así las cosas, sabiendo además que en estos momentos no habría ayudas públicas para ese fin, la patronal ni siquiera ha llegado a contactar con empresas del sector para pedir varios presupuestos antes decidirse por una oferta concreta.

La misma suerte ha corrido la contratación de personal de vigilancia, con la salvedad de que este coste sería mayor, unos 10.000 euros al mes. La medida implicaría el pago de los sueldos de dos personas y de otros costes. El desembolso necesario sería mayor, y la disposición de las empresas a cubrirlo, menor: apenas diez mostraron interés en pagarlo, dijo Sardiña ayer.

Compás de espera

Dado que los costes, sea cual sea la medida que se llegue a tomar, se cubrirán a partes iguales entre las empresas asentadas en el polígono, la esperanza de la patronal se dirige a un futuro más o menos cercano en el que haya menos crisis y más empresas en el recinto. Así, con más firmas dispuestas a participar, la cantidad que corresponderá a cada una será menor, y la probabilidad de instalar medidas de seguridad, mayor.