L PRESIDENTE francés, Nicolás Sarkozy, habló de la internet en la denominada 'Cumbre Internet del G8', en Francia. Comparó la Internet con los descubrimientos de Galileo o las leyes de la mecánica que escribiera hace más de 300 años Isaac Newton. Además de las autoridades de los gobiernos, estuvieron Eric Schmidt, CEO de Google; Mark Zuckerberg, de Facebook, o el presidente de News Corporation, Rupert Murdock, entre otros.

Pero lo que llamó mucho la atención fue la reedición de un antiguo discurso, en orden de limitar o restringir la internet. El mismo Sarkozy hizo una petición a los gobiernos para que tengan un rol  activo en internet, y no sólo en la protección de los derechos de autor. Aun cuando reconoció que la internet tiene enorme poder en la lucha por la libertad de expresión, alertó que podría llenarse "de excesos" sin una mínima regulación por parte del Estado.

Estamos claros que nadie quiere que por internet circule libremente la pornografía infantil. Pero no hay que satanizar a la red. Primero, porque la pornografía infantil podría circular en DVD, en pendrives, memorias, discos externos, revistas o en cualquier otro formato. Lo que hay que perseguir es su creación y distribución, y no al medio. Por otra parte, hay que ser efectivos en lo que se desea resguardar; la integridad de los niños, la reputación u honra de las personas y los datos personales, por ejemplo.

El tema de la regulación de internet es interesante al menos por dos tópicos: primero, porque el derecho a la privacidad de las personas se enfrenta con el carácter transnacional de internet.

Hace poco llamó la atención la prohibición de informar que recayó sobre los diarios ingleses acerca de la supuesta infidelidad de un futbolista. Este recurrió a la justicia, la que mediante una resolución impidió que los medios lo identificaran. Pero, evidentemente, su nombre apareció en Twitter y comenzó a circular por internet. En ese dominio no tienen jurisdicción los tribunales ingleses. Ahí surgen algunas preguntas: ¿Deberían existír normas supranacionales? ¿Y quién es responsable de lo que se dice en Twitter? Esto, al menos, hay que debatirlo.


El segundo tema es la protección de datos personales. El robo de los datos de las personas de la plataforma Sony PlayStation que afectó a las cuentas de millones de personas ha sido una gran preocupación. En muchos países existen agencias u organismos del Estado que se dedican a defender a los sujetos frente a un robo o mal uso de sus datos personales. Días después del robo de los datos de Sony, una organización de consumidores españoles presentó a la Agencia Española de Protección de Datos un expediente para que abra una investigación a Sony para determinar si ha vulnerado el "principio de seguridad de los datos". Esta actuó rápidamente.

En Chile, el proyecto de ley que crea una Agencia de Protección de Datos duerme en el Senado.  Este no es un problema de internet, sino de cómo la sociedad y sus instituciones se dan la mejor forma y organización para proteger a las personas.

 

FUENTE: www.latercera.com