La reciente polémica surgida al conocerse que los dispositivos iPhone, Android y Windows Phone almacenaban datos de localización de los usuarios sin su consentimiento ha puesto manos a la obra a la Agencia Española de Protección de Datos Española. LA AEPD acaba de dar a conocer un dictamen emitido por un grupo de representantes de las autoridades comunitarias en protección de datos en el que se establecen las medidas a adoptar respecto a estas tecnologías.

Según recoge el escrito, los servicios de localización deberían estar apagados de forma predeterminada y además, requerirían de un “consentimiento informado u específico” de los usuarios para los diferentes fines para los que se pretendan usar los datos. Lo recomendable sería que el consentimiento se recordara al menos una vez al año, según se hace eco Europa Press.

El dictamen, que se intentará utilizar para convencer a la industria de las vías correctas de actuación, pone especial énfasis en que el público general que no disponga de conocimientos técnicos debería recibir una “información clara, completa y comprensible” sobre este tipo de servicios.

Entre otras propuestas, se pide que se identifique que la localización está activa mediante un icono que se encuentre visible de forma pernamente.

Además, la AEPD ha querido poner de relevancia en base al escrito a los riesgos para la privacidad de todo este tipo de tecnologías. “Pueden llegar a revelar detalles íntimos sobre la vida privada de su propietario, permite a los proveedores de servicios de geolocalización una visión personal de los hábitos y los patrones del propietario del dispositivo y creen perfiles exhaustivos, que pueden también incluir categorías especiales de datos”, señalan.

Por último, se definen detalladamente qué tipo de programas, usos o servicios podrían englobarse dentro de la categoría de la geolocalización: mapas y servicios de navegación, los servicios geopersonalizados (incluidos los puntos cercanos de interés), la realidad aumentada, el geoetiquetado de contenido en Internet, el seguimiento del paradero de los amigos, el control infantil o la publicidad basada en la localización.

FUENTE: www.itespresso.es