Los avances tecnológicos llevaron a que el mercado de videovigilancia comenzara a migrar del CCTV (circuito cerrado de televisión) tradicional analógico basado en el barrido enrelazado, método clásico de transmisión de imágenes de resolución estándar, a la TV digital, capaz de ofrecer contenidos superiores. De esta forma, tanto en el ámbito doméstico como los grandes sistemas municipales, se popularizó el uso de cámaras de Alta Definición (HD, por sus siglas en inglés).
Una de las compañías dedicadas a proveer equipos y soluciones bajo este formato es Bosch Sistemas de Seguridad, cuyos responsables son testigos del paso de los dispositivos analógicos, con sus restricciones técnicas en relación a cantidad de detalles que podían mostrar, a equipos con una calidad más cercana a las salas de cine.
Alberto Mattenet, gerente de la división Sistemas de Seguridad de Robert Bosch Argentina, señaló que el aumento del consumo en comercios y hogares de televisores de un formato de 16:9, más ancho que el típico de 4:3, llevó a que el Standar Definition (SD) comenzara a inclinarse a favor de cámaras HD.
Sin embargo, el ejecutivo resaltó que eso no significa que el clásico SD deje de tener validez, ya que hay sitios que no necesitan dar ese salto tecnológico: “Si tengo que vigilar que pase un vehículo por una calle, y solo me preocupa que vaya en el sentido correcto, se puede resolver con una cámara incluso peor a una SD. En este caso, cualquier inversión adicional es dinero tirado a la basura. Pero si necesito ver la patente, voy a requerir un equipo superior”.
Además del costo más elevado, el HD implica una mejora del sistema de redes, ya que por segundo se generan 25 imágenes de 1 megapixel cada una, a comparación del 0,3 megapixel del SD. Eso repercute en un aumento del transporte de datos y el gasto de almacenamiento. “Es como querer andar con un auto de Fórmula Uno. Va a ser más rápido, pero si las calles no están preparadas para eso, se va a romper rápido”, ejemplificó Mattenet.
A través de terceros
La compañía trabaja en el país por medio de sus integradores, que son expertos en instalación de redes de datos y centros de almacenamiento, que necesitan guardar las imágenes a lo largo del tiempo y tenerlas disponibles, por ejemplo, como respaldo de posibles acciones legales.
Si bien vienen trabajando muy fuerte en las capacitaciones, Mattenet señaló que hay pocos especialistas con conocimientos en el área de prevención de incendios, que exige estar al tanto de las normativas internacionales. “Hay pocos, serán cinco o seis”, comentó.
Uno de los actores que más provecho sacó a las cámaras de vigilancia es el industrial, que por cuestiones de seguridad necesita monitorear distintos procesos de forma remota, como el caso de hornos de gran tamaño. “Hay muchos lugares donde una cámara es más segura y efectiva, ya que no duerme ni descansa, y trabaja 24x7”, dijo el ejecutivo.
FUENTE: www.canal-ar.com.ar