En el estado mexicano de Tamaulipas la administración local empezó a instalar cámaras en las escuelas de la ciudad. Las instalaciones de videovigilancia permitirán al personal docente y a los padres controlar a través de Internet lo que pasa en las clases. La iniciativa pertenece a maestros y padres de los estudiantes y se debe a la creciente inseguridad en la zona donde los tiroteos no son una cosa rara.
Según los últimos estudios de UNESCO, el nivel de violencia de los narcos en las escuelas del país ha crecido considerablemente. El especialista británico Brendan O'Malley subrayó en un reciente estudio del organismo, que se titula La educación, víctima de la violencia armada – 2010, que tan sólo en Ciudad Juárez los maestros de seis escuelas fueron chantajeados por narcos: les amenazaban con secuestrar a estudiantes o profesores de la escuela si no cumplían con sus exigencias. El especialista apunta, además, que a veces las escuelas, sometidas por el control del narco, se convierten en escenario de lucha con la policía y ponen en riesgo a los estudiantes.
La administración de Tamaulipas fue la primera en tomar la decisión de implementar el innovador programa que recibió el nombre de Escuelas Seguras, y la ciudad pionera en instalar las cámaras fue Reynosa. Los aparatos vigilan la entrada a la escuela y las aulas las 24 horas del día.
Poco a poco el programa sigue avanzando. El presidente municipal, Everardo Villarreal Salinas, que asumió su cargo hace casi cuatro meses, comentó a la publicación Excelsior que "en nuestros primeros 100 días de gobierno nuestra meta era, por lo menos, instalar una cámara de video afuera de las escuelas. Hemos podido completar poco más de 130 planteles hasta el momento".
400.000 menores de educación básica han tenido contacto con la droga
Otro problema que se intenta superar en las escuelas es la adicción y la distribución de drogas. "De acuerdo con los estudios que tenemos sobre este problema, los niños se inician en las drogas a partir de los diez años, y eso todavía es primaria", dice Villarreal Salinas. "Los niños se han convertido en el vínculo de las pandillas, que se dedican al robo de transeúntes y casas, y las organizaciones del narcotráfico", relata Rafael Hernández, presidente del Consejo Nacional de Alianzas Educativas.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Alianzas Educativas, durante el último año alrededor de 10% de los niños ha abandonado las escuelas debido a la violencia, las adicciones, el narcomenudeo y la prostitución.
Los métodos de difusión de drogas son diversos. Pandilleros vestidos como estudiantes pueden ofrecer cocaína en forma de dulces y drogas distribuidas por vendedores ambulantes a través de claves, etc. En los últimos tres años, 2% de la matrícula nacional, es decir, unos 400.000 menores de educación básica, han tenido contacto con algún tipo de droga.
Narcos se han infiltrado en las universidades
Sin embargo, no solo en las escuelas operan los narcos. La delincuencia llegó al nivel superior de las instituciones educativas ante todo mediante el narcomenudeo. En los pasillos de los centros educativos de múltiples universidades, incluso la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, tienen lugar casos de distribuciones de drogas, secuestros de estudiantes y otros delitos.
El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Ascencio Villegas, comentando el problema afirmó que no disponía de datos exactos sobre la cantidad de casos, sin embargo, conoce algunas historias de secuestros de estudiantes en su comunidad universitaria, cuando nadie pidió rescate por ellos, sino lo hacían porque "a veces pertenecen a bandas y podría ser un ajuste de cuentas”.
Hablando de las estadísticas, la Encuesta de Seguridad Interna en Instituciones de Educación Superior, elaborada por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones Superiores (ANUIES), reveló que seis de cada 10 universidades registran incidentes vinculados con las drogas.
Respecto al problema, ANUIES diseñó un manual para que las comunidades universitarias prevengan los ataques del crimen organizado.
Debido a que la venta de droga —el principal azote a las instituciones de educación— es operada de manera casi invisible, en varios estados mexicanos hace años fue introducida la así llamada “operación mochila” que se basa en revisiones en busca de objetos prohibidos y apuesta también a la cultura de la denuncia.
FUENTE: www.actualidad.rt.com