El hecho de fortalecer el sistema de seguridad con cámaras de video vigilancia para contrarrestar los altos índice delincuenciales en Juliaca es un gran avance; sin embargo, más allá de colocar estos aparatos en puntos estratégicos, ello obedece aun a serie de exigencias que han de cumplirse rigurosamente para que su onerosa inversión no sea insulsa.
Oscar Cáceres Rodríguez, como voz autorizada en el tema, da algunas pautas para que este ambicioso proyecto sea tomado con la seriedad del caso, donde prime el aspecto técnico y no haya cabida para la improvisación en vista que una inadecuada implementación carente de especialistas en la materia y los equipos no más idóneos, representarían un derroche vano de dinero.
Para no incurrir en esos graves errores, que involuntariamente podrían lindar con malversación de fondos; el especialista recomienda respetar cada una de las etapas en este complejo proceso. En primer término, es ineludible que antes de la adquisición de los equipos se realice un estudio técnico.
Cáceres Rodríguez considera que este primer paso podría costar un promedio de tres mil nuevos soles. Dichos estudios identificarían las zonas de mayor incidencia delincuencial y de acuerdo a la topografía definirían donde deben o no instalarse las cámaras.
El segundo paso a seguir, referida a la etapa de implementación, correspondería a la elaboración del perfil técnico del proyecto que especifique el expediente técnico, el código SNIP y otros pormenores. Asimismo, ello implicaría la convocatoria a licitación pública, donde las empresas postoras deban detallar minuciosamente las bondades del producto, tiempo de duración, marca y demás.
Cómo y quiénes utilizarán
El especialista explica que no basta con instalar las cámaras en determinado lugar sino que ello requiere de un software sofisticado, una central de monitoreo distribuido en dos equipos, y donde de acuerdo a las normas técnicas, cuatro cámaras sean supervisadas por una persona.
Teniendo en cuenta que la Municipalidad de San Román está adquiriendo 30 de estos aparatos, Cáceres Rodríguez dijo que se necesitarían un promedio de 20 personas para cumplir con esta función no por más de cuatro horas. Resulta vital que el personal sea previamente adiestrado por la empresa y otros especialistas.
Elegir bien las cámaras
Basándose en las experiencias de Arequipa, Lima y Cusco, considera que un punto clave es saber elegir la marca y procedencia de las cámaras para no tener problemas futuros. Recomienda por ejemplo no adquirir las de procedencia tailandesa, china o coreana. Estas al estar valorizadas aproximadamente en 30 o 40 mil dólares cada una, no garantizarían un trabajo óptimo.
Por el contrario, las cámaras de fabricación alemana o americana serían una mejor opción a pesar de estar valorizadas en 50 a 60 mil nuevos soles, incluido el paquete de instalación software y otros la igual que las chinas, garantizarían un mayor tiempo de duración y adaptación.
Coordinación fundamental
Siendo conscientes de la complejidad de la implementación de este sistema, el especialista cree que todo esfuerzo sería vano si estas no sirven para actuar en un tiempo promedio de un minuto para evita algún hecho delictivo. Ello implicaría que cerca de la zona donde estén instaladas exista una unidad móvil de Serenazgo o la Policía que previa advertencia de la central actué de inmediato.