Lima, jun. 14 (ANDINA). La Dirección General de Migraciones y Naturalización (Digemin) proyecta instalar cámaras de videovigilancia en los puestos de control migratorio del aeropuerto internacional Jorge Chávez, para fiscalizar mejor la salida de menores de edad y ayudar a prevenir la trata de personas.

Según José Lecaros, director general de esa institución, el proyecto se encuentra en evaluación con el fin de determinar la forma en que se captará la señal para facilitar la transmisión de las imágenes de video dentro de las instalaciones del terminal aéreo.

En diálogo con la Agencia Andina, mencionó que la idea es instalar inicialmente al menos 20 videocámaras, para luego colocar una por cada uno de los módulos de control de Migraciones en el aeropuerto, que este año se incrementaron de 24 a 32 para agilizar su servicio.

Dichos módulos cuentan con inspectores debidamente capacitados por la Digemin, lo que también favorece que los controles migratorios se efectúen con todo el rigor del caso.

También, en el marco de las políticas de protección a menores de edad, Lecaros recalcó que Digemin consulta con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) los datos de los padres de familia del niño o adolescente que viaja solo o en compañía de terceros.

“Lo que hacemos es consultar el Documento Nacional de Identidad (DNI), tanto del menor como de sus padres. Esto nos sirve de mucho en materia de seguridad cuando tenemos que entregar el pasaporte de un menor de edad”, manifestó el funcionario.

Incluso, tanto en el aeropuerto y en los puestos de control migratorio instalados en las diferentes fronteras del país, añadió, se requiere la autorización notarial del padre ausente o el permiso judicial para que el menor pueda salir del territorio nacional.

“Estamos en coordinación con el Poder Judicial para que en un solo canal se puedan legalizar todas estas autorizaciones. Lo propio hacemos con el Colegio de Notarios, con el cual hemos implementado un sistema de conexión para la consulta de estos documentos”, apuntó.

Lecaros coincidió en que el control migratorio es un elemento de seguridad fundamental, no solo para la identificación de menores de edad en riesgo de ser víctimas de trata de personas, sino también para la detección oportuna de delincuentes en el terminal aéreo.

Después del tráfico de armas y el narcotráfico, la trata de personas es considerada el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo, el cual consiste en la captación, traslado y retención de una persona para su explotación.

En la actualidad existen diferentes modalidades de trata, siendo las más comunes la explotación sexual, la mendicidad y la explotación laboral.

 

FUENTE: www.andina.com.pe