La idea es que los operadores utilicen las que se instalarán en los semáforos. Así, ante embotellamientos o piquetes, podrán en tiempo real cambiar la onda verde.
La nueva licitación de semáforos que deberá analizar el Concejo Municipal para su aprobación implicará un salto cualitativo a la hora de descongestionar el tránsito. Es que en ellos se pueden instalar 48 cámaras que, junto a unas 80 de videovigilancia anunciadas por el municipio en corredores públicos, permitirán que los operadores del Centro de Control de Tránsito puedan corregir la duración de la onda verde en las horas pico e incidir en el flujo del tránsito ante una manifestación, piquete, accidente u obstrucción en la calzada.
"Para poder adecuar los sincronismos, simplemente hay que ver la circulación en tiempo real y así modificar instantáneamente un semáforo", subrayó el director de Ingeniería de Tránsito municipal, Santiago Tazzioli.
El mantenimiento de señales luminosas en la ciudad seguirá en manos de Telvent Tráfico y Transporte, los actuales operadores, por otros 180 días más. Así lo definió el Concejo la semana pasada y dejó para la agenda legislativa el tratamiento de los nuevos pliegos licitatorios para renovar la concesión por cuatro años más de los 719 semáforos bajo un presupuesto de 30 millones de pesos. También se proyecta colocar 25 aparatos nuevos por año.
De las intersecciones que hoy cuentan con esquinas semaforizadas, unas 430 están interconectadas al Centro de Control de Tránsito. Por ello, las exigencias de los nuevos pliegos estarán centradas en aplicar la tecnología a la sincronización inteligente. "Al incorporar cámaras para ver cómo se comporta el flujo vehicular en las calles y adecuar los sincronismos ante las situaciones imperantes se podrá actuar en tiempo real", comentó Tazzioli.
Durante casi un lustro, la licitación confeccionada por el municipio prevé que podrán instalarse 48 cámaras de tránsito, a las que se podrán sumar las videocámaras montadas en parques, avenidas y las peatonales por parte de la Municipalidad. No obstante, las pretensiones iniciales del Ejecutivo pasan por elevar de 8 a 12 las cámaras con radar que multan los excesos en la velocidad vehicular. "Si todas están disponibles para usarlas para ver el tránsito en tiempo real, será más fácil solucionar los problemas. Actualmente el sistema ya cuenta con tecnología para modificar los tiempos de duración de las señales verde, amarilla y roja de cada poste luminoso", indicó el funcionario.
Técnicamente se denomina "forzadura de programa" y en el Centro de Control de Tránsito (ubicado en Francia 1820) existen 4 empleados que operan la sincronización luminosa para retrasar o adelantar los tiempos de la onda verde. "Ante un problema, lo que se hace ahora es avisar por teléfono. Lo atractivo del nuevo pliego es que el propio operador pueda resolver el problema, sin intermediarios, visualizando él mismo el estado del tránsito y modificando el programa informático ante un corralito de Aguas, un camión roto, una obra en construcción, un accidente o un piquete", ejemplificó Tazzioli.
Otra herramienta. Entre la "caja de herramientas" que ofrece la nueva tecnología aplicada al tránsito, Tazzioli confesó que se está trabajando en un plan complementario a los pliegos licitatorios. "Estamos analizando con empresarios locales la posibilidad de aumentar la inteligencia de los semáforos en algunas esquinas críticas, colocando sensores para medir las hileras de coches. Cuando se produce una determinada magnitud también se podrá alterar los tiempos de la luz verde, para que se adapten a esa coyuntura y dejen pasar más coches por cuadra", destacó el especialista.
La tecnología ya está instalada en los semáforos. Al haber mayor circulación, este fenómeno provoca que lo que hasta hace poco tiempo funcionaba bien, ahora empieza a ser más demandado y falla. Tal es el caso de los carteles indicativos con luces verdes y rojas que advierten en las avenidas a qué velocidad se debe conducir para captar la onda verde. "Se desfasan porque obviamente existen más coches. Con la inteligencia artificial se podría ir paliando mejor hasta un cierto punto", consideró Tazzioli.
Los tiempos ya se echaron a correr. Y si el Concejo se decide a aprobar los pliegos antes de fin de año, se estima que durante el primer semestre de 2012 debería comenzar a operar los cambios.
FUENTE: www.lacapital.com.ar