Gran inversión, con inútiles resultados.
La millonaria inversión que realizó el Ayuntamiento de Cuernavaca al adquirir cámaras de videovigilancia, no ha redituado un beneficio a la ciudadanía, al comprobarse que al menos 28 de las 61 que existen no funcionan.
La inversión de 7 millones de pesos que realizó el Ayuntamiento de Cuernavaca en la adquisición de cámaras de videovigilancia no ha redituado un beneficio a la ciudadanía, al comprobarse que al menos 28 de las 61 que existen no funcionan.
El 18 de enero, el edil capitalino, Manuel Martínez Garrigós, al inaugurar el Centro de Inteligencia y Monitoreo de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (SPyAC), anunció la instalación de 50 cámaras de videovigilancia, con un costo de 7 millones de pesos.
Sin embargo, de acuerdo con el parte de novedades del 19 de octubre, al que tuvo acceso DDM, el oficial de guardia reportó que sólo 33 cámaras se encuentran funcionando, mientras que las 28 restantes, de un total de 61 que se tienen, estaban fuera de servicio.
Lo anterior implica que cuando otra autoridad, además de la SPyAC, tiene necesidad de requerir las grabaciones que apoyen en la investigación por la comisión de delitos en las inmediaciones de las cámaras, reciben como respuesta “que no está funcionando”.
En enero, MMG señalaba: “Es un moderno sistema tecnológico interconectado con corporaciones municipales, estatales y federales”, lo cual representa otro incumplimiento del edil en el tema de la seguridad.
Cada una de las cámaras que se instalaron tuvieron un costo de 140 mil pesos, por lo que las 28 que no funcionan representan una inversión inútil de 3 millones 920 mil pesos, que se suman a otras que se han realizado sin que los habitantes puedan palpar el beneficio, como es el caso de las fuentes de la avenida Morelos.
Aunado a esto, información proporcionada en su momento por el síndico del Ayuntamiento, Humberto Paladino Valdovinos, daba cuenta de que cerca de 70 unidades para patrullar la ciudad estaban fuera de servicio, lo que explicaría las denuncias por inseguridad de los habitantes.