Los técnicos taladraban en el tablero del autobús y manipulaban unos cables amarillos. Los conectaban y verificaban que estos transmitan la señal captada por dos pequeñas cámaras de video, colocadas en la parte delantera del automotor.
Eran las 12:00 de ayer, en los patios de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte (Fenacotip), en el sur de Quito. Allí, cerca de 60 técnicos se encargan de instalar, diariamente, los equipos de seguridad para los taxis y buses. Esto, como parte del Proyecto de Seguridad Integral en el Transporte Público y Comercial, denominado ‘Transporte Seguro’, que impulsa la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Los equipos contienen dos cámaras (infrarrojas), un grabador digital de videomóvil, un radar de ubicación satelital (GPS), una batería y tres botones de auxilio. En los buses se incluye un sensor para la apertura de las puertas.
El Gobierno invirtió USD 94,4 millones y se prevé que, hasta finales de este año, 55 000 unidades de transporte a escala nacional ya tengan los dispositivos.
Datos de la ANT refieren que hasta ayer se instalaron 42 100 kits en taxis y buses de Quito, Esmeraldas, Riobamba, Guayaquil, Santa Elena, Cuenca, Santo Domingo, Manta, Portoviejo, Latacunga, Machala, Ibarra, Ambato, Quevedo, Babahoyo y Azogues.
Para el próximo año se tiene previsto incorporar el proyecto en Loja, Carchi, Nueva Loja, Orellana, Pastaza, Morona y Zamora. Quito, en la actualidad, cuenta con 12 000 taxis legales. De estos, 9 005 ya cuentan con los kits de seguridad. A estos se suman 449 buses y 46 trolebuses.
Para Luis Mejía, expresidente de la Unión de Cooperativa de Taxis, este proyecto “ha sido un éxito para los conductores y los usuarios porque ha ayudado a prevenir los delitos y nos sentimos más seguros sobre todo en las noches”.
El objetivo de los equipos electrónicos de seguridad es detectar hechos ilícitos que se registren en las unidades de transporte. Además, verificar el cumplimiento de las rutas de los vehículos y que cada automotor respete la velocidad. Si se registra un evento delictivo, el conductor o el pasajero debe presionar un botón para alertar a la Policía de que hay peligro.Enseguida, los movimientos se monitorean en el sistema integrado de seguridad ECU 911.
Para la ANT, con el proyecto ‘Transporte Seguro’ se pretende disminuir la inseguridad en un 80% en los vehículos de transporte público y comercial a escala nacional, a partir del primer año de uso.
Y ya se dieron los primeros pasos. En noviembre pasado, la Policía aprehendió a tres sospechosos investigados por la muerte de un taxista en Santo Domingo de los Tsáchilas. Mediante las cámaras del sistema integrado ECU 911, los uniformados observaron que el conductor llevó a uno de los detenidos hasta un sitio obscuro a la altura del kilómetro 20 de la vía a Quevedo (Los Ríos). En ese sector él fue atacado y murió. Pero hay otros casos. En julio, dos personas fueron apresadas cuando supuestamente trataron de asaltar un bus urbano en Guayaquil. La detención se produjo luego de que el chofer accionara el botón de pánico del vehículo y el ECU-911 revisara las grabaciones. Con relación al uso de las cámaras, el viceministro del Interior, Javier Córdova, dijo que las filmaciones sí pueden ser utilizadas como prueba dentro de los juicios. “Los videos nos ayudan para los procesos investigativos y saber qué sucedió en cualquier tipo de evento”. A su criterio, la implementación de los equipos de seguridad es fundamental para que la gente se sienta segura en cualquier lugar. Gustavo Ayala, propietario de un bus que da servicio en el Centro Histórico de la capital, estaba ayer en los patios de Fenacotip para observar cómo se instalan los nuevos dispositivos tecnológicos. Para él, el proyecto es una buena iniciativa que servirá para que haya mayores seguridades. “Incluso nos permitirá ver a quienes se dedican a rayar los asientos y destruir los automotores”, dice. Uno de los técnicos que trabaja en la instalación de las cámaras, el ingeniero Luis Suárez, cuenta que al día se instalan alrededor de 80 kits. La implementación de cada uno demora alrededor de tres horas y en el primer año no tiene costo para el propietario del vehículo. Los datos del OMSC Según el Observatorio Metropolitano de Seguridad (OMSC), de enero a octubre de este año, hubo 6 539 denuncias de robo contra personas en Quito. El 31% de estas se registró dentro de un automotor, pero no se precisa si el vehículo es privado o de servicio de transporte. El OMSC indica que en cuanto a robos a personas se presentó una reducción sostenida desde junio del 2012. En este año, este delito se redujo 24% en comparación al año pasado. Esto se debe a que disminuyeron los casos de robos a personas con asalto (violencia o amenazas).
Fuente: El Comercio (Ecuador)