Erik Prince, cuya antigua compañía Blackwater Worldwide se convirtió en sinónimo del uso de fuerzas de seguridad privada estadounidenses en Irak y Afganistán, ha asumido una nueva función, la de ayudar al entrenamiento de efectivos en la anárquica Somalia.
Prince está involucrado en un programa por millones de dólares, financiado por varios países árabes, incluido Emiratos Arabes Unidos, para movilizar a unos 2.000 reclutas somalíes a fin de enfrentar a los piratas que operan frente a las costas africanas, de acuerdo con una fuente cercana al proyecto y con un reporte de inteligencia consultado por The Associated Press.
El nombre de Prince ha surgido en el conflicto en Somalia, en medio del debate sobre cómo deben utilizarse las fuerzas de seguridad privada en algunos de los lugares más peligrosos del mundo. Blackwater, rebautizada como Xe Services, se convirtió en un símbolo de los contratistas de Washington que no eran supervisados debidamente, tras una serie de hechos, incluido uno ocurrido en el 2007, cuando sus guardias fueron acusados de matar a 14 civiles en la capital iraquí.
Un juez federal desechó después los cargos, bajo el argumento de que se violaron los derechos constitucionales de los acusados. El año pasado, el Ministerio del Interior de Irak dio a todos los contratistas que habían trabajado con Blackwater en la época del ataque un plazo de una semana para salir del país. De lo contrario, advirtió, serían arrestados por infringir los términos de su visa.
Aunque los piratas somalíes se han lanzado al abordaje de barcos que navegan con distintas banderas, la mayoría de los gobiernos se muestra reticente a enviar fuerzas por tierra para atacar los refugios de los filibusteros en una nación que ha quedado prácticamente sumida en la anarquía durante dos décadas, y cuyo débil gobierno, apoyado por Naciones Unidas, limita su control a unos cuantos barrios de la capital.
Las fuerzas entrenadas en la actualidad buscarían llenar ese vacío de autoridad. Enfrentarán también a un caudillo vinculado con los insurgentes islamistas, dijo un funcionario.
En respuesta a las solicitudes de una entrevista con Prince, su portavoz envió por correo electrónico un comunicado escueto, en el que aseguró que el fundador de Blackwater está interesado en "ayudar a que Somalia venza al flagelo de la piratería" y ha brindado asesoría en esos esfuerzos.
El vocero Mark Corallo dijo que Prince no tiene "participación financiera" en el proyecto, y se negó a responder preguntas sobre en qué consistía la colaboración de su jefe.
FUENTE: www.elnuevoherald.com