Cuando bailaba ya eran las 8, y Miguel Ángel Gutiérrez, vigilante del restaurante, se acercó a José Edgardo a recriminarlo por no acatar una de las reglas del negocio: no bailar en la pista con botellas de vidrio en las manos.
El restaurante no está ubicado en una zona exclusiva, donde dejan bailar con botellas de vidrio en la mano. Está en el centro de San Salvador, en las cercanías del parque Infantil. Allí, y como en cualquier zona exclusiva, una botella de vidrio es un arma en potencia.
Los amigos de José Edgardo se fijaron en el incidente y se acercaron también a quitarle la botella. Mientras se acercaban, escuchaban al vigilante tratar a José Edgardo con prepotencia. Pero no pasó a más. Aquel siguió bailando y sus amigos departiendo.
Decidieron irse a casa cerca de las 9 de la noche. El rato de esparcimiento les cobró varias cervezas y mucha algarabía. En la puerta de entrada y salida, estaba Gutiérrez, el vigilante que recriminó a José Edgardo, recibiendo clientes para registrarlos. Los vio que pagaron la cuenta y que ya se disponían a irse.
En la puerta, les dijo a los amigos que no regresaran, porque hacían mucho “desvergue” y que a la próxima no los iba a dejar entrar. José Edgardo, más ebrio aún, se le acercó para discutir, y el vigilante le dio un puntapié con la bota y un puñetazo a la boca.
Los amigos, entre ellos estaba Noel Mejía Villacorta, recogieron a José Edgardo y lo alejaron del vigilante. Pero los golpes enojaron al cliente y se le volvió a acercar al vigilante. Gutiérrez no vaciló y sacó su pistola, calibre 38, y le disparó una vez a José Edgardo en el abdomen. Noel, al ver a su amigo en el suelo, se fue contra el vigilante, y este volvió a jalar del gatillo y le disparó a la cabeza.
Gutiérrez entró al restaurante. Se supo después que huyó por otro acceso al local.
Los otros amigos buscaron ayuda. A José Edgardo lo trasladaron al Hospital Rosales, en donde murió horas después de una intervención.
A Noel lo llevaron a un hospital del Seguro Social. Seis días después, murió por las consecuencias de la herida de bala en la cabeza.
La escena del restaurante en el centro de San Salvador ocurrió el sábado 13 de septiembre de 2008. José Edgardo, de 29 años, murió esa noche. Noel, de 30, murió el viernes 19, en el hospital del Seguro Social, a las 10 de la noche.
Miguel Ángel Gutiérrez huyó de la justicia hasta octubre de 2010, más de dos años después, cuando fue capturado. Fue llevado a los tribunales de justicia por el doble homicidio y lo condenaron a 30 años de prisión el 23 de febrero recién pasado.
Los dos años prófugo, Gutiérrez los trabajó como vigilante de un negocio en el centro de San Salvador. “Nunca se fue lejos”, dijo el fiscal que llevó el caso.
FUENTE: www.laprensagrafica.com