De los 27,000 homicidios registrados en El Salvador en los últimos siete años, 21,000 fueron cometidos con armas de fuego, según datos divulgados la semana pasada por el Centro de Criminología y Ciencias Policiacas (CETRIPOL) de la PNC.
De esa totalidad de crímenes, se desconoce cuántos son cometidos con armas legales o ilegales. La Subdirección de Investigaciones de la PNC nunca ha revelado ese dato y tampoco hubo disposición a hacerlo a pesar de las gestiones realizadas.
Datos de la División de Registros y Control de Servicios Privados de Seguridad reveló que en los últimos 24 meses 1,731 armas de fuego registradas por las agencias de seguridad pasaron al mercado negro tras ser reportadas extraviadas. En otras palabras, en los últimos dos años, hay un promedio diario de cinco armas hurtadas, robadas o extraviadas que van a parar al mercado negro.
“Esas armas no pueden ir a parar sino a manos del crimen organizado o delincuentes, ¿por qué aseguro ese dato? Porque son armas originadas de un ilícito, que no pueden venderlas, no pueden hacer nada con ellas, no las puede registrar. El dato es bien delicado solo en estos dos años”, señala Raúl Ortiz Mancía, el jefe de la división policial encargada de registrar y controlar a las agencias de seguridad.
Pero no todas las armas son extraviadas. Muchas son arrebatadas a la fuerza y en ocasiones incluyen la muerte de los guardias de seguridad. En los últimos 24 meses, 529 armas de fuego fueron robadas a los vigilantes.
Controles son débiles
En el país son 274 las empresas de seguridad privada. Esas agencias actualmente mantienen contratados a 25,055 personas, mujeres y hombres mayores de edad, que se han uniformado y convertido en guardias de seguridad privada.
La cifra supera por 4,755 al total de miembros que integran actualmente la corporación policial, que ronda los 20,300.
Según el anuncio hecho por el presidente de la República, Mauricio Funes, el 11 de junio de 2009, durante el traspaso de mando de la dirección de la PNC referido al incremento de la plantilla policial que en ese momento ascendía a 19,000 policías activos y se sumarían 1,300 nuevos miembros graduados de la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).
Junto a los 25,055 vigilantes, las agencias de seguridad tienen en su poder 19,319 armas registradas por la PNC. Lo cual significa que las armas reportadas como robadas, extraviadas y hurtadas por las agencias privadas constituyen el 8% del total de sus armas.
A pesar de que el número de armas registradas por las agencias que pasan a manos de la delincuencia es alto, según el comisionado Ortiz Mancía, la temática del control de las armas al interior de las empresas es tratada con ligereza. Incluso señaló que algunos encargados de las agencias se percatan de la ausencia de las armas hasta el momento que la PNC realiza la inspección de rutina en la armería de su propiedad y sus respectivos permisos y matrículas. “Empresas que tiene extraviadas, 40 armas, 26 armas, 45 armas, cuando se le llega hacer la inspección ni siquiera ellos saben dónde están. Entonces luego de la inspección ellos se ven obligados a ir a poner el reporte de extravío”, explicó.
La Subdirección de Investigaciones de la PNC aún no revela, a pesar de la petición realizada hace varias semanas, el consolidado de cuántas de esas armas de fuego de las empresas de seguridad reportadas como perdidas han sido utilizadas según el resultado de la prueba balística de la División Técnica y Científica de la Policía en la ejecución de ilícitos.
Tampoco se conoce cuál es el destino y la cantidad de las armas que fueron registradas legalmente por agencias que luego cerraron operaciones por diferentes causas, tal como sucedió en el caso de la agencia Servicios Conjuntos de Seguridad SERCONSE, S. A. de C. V. (ver nota aparte).
Según el comisionado Ortiz Mancía, la PNC y el Ministerio de Defensa no cuentan con asidero legal para tener un control sobre esas armas de fuego: “Nosotros no podemos tomar control de esas armas, porque es propiedad privada, es un activo de la empresa”.
La historia se repite una y otra vez, agencias con 500 armas deciden cerrar, ¿qué sucede con esas armas? “No sabemos, como Policía no podemos hacer un allanamiento, un registro y decomisar, no puede, las tienen (las armas) legales. Tenían unas cajas fuertes donde supuestamente tienen las armas porque ni siquiera nos las dejaron ver”, dijo el jefe policial.
FUENTE: www.laprensagrafica.com