La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) investigó, en los diez años precedentes, solamente diez delitos que tuvieron como protagonistas a guardias privados. El reporte corresponde a la Federación Boliviana de Seguridad Privada (Febosp). 

Esta entidad empresarial reúne a aproximadamente 300 empresas del rubro en el territorio nacional y da empleo a alrededor de 15.000 guardias privados. 

Pese a los datos del sector, efectivos de la Policía afirmaron que semanalmente, los “hombres de negro” cometen hasta cuatro delitos por semana; pero sus víctimas no los denuncian. 

Por ejemplo, Wilson Jurado Chura fue atacado por tres guardias privados a la salida de una peña de El Alto; le robaron su celular y su billetera, pero no presentó una denuncia porque estaba ebrio al ser asaltado. 

La víctima lamentó que “cuando estás borracho, la Policía no ayuda, no auxilia, y menos quiere atender. Reconocí a dos guardias de seguridad privada, sin embargo nadie hizo nada”.

En cambio, Salomé C., que baila kullaguada en la fiesta de Gran Poder, contó que el pasado año fue víctima de un guardia de seguridad privada, que le quitó cerca de 5.000 dólares en joyas. 

“Durante casi todo el día estuvo cuidándome, pero cuando custodiaba mis joyas, desapareció. Se llevó mis aretes, un topo, una sombrerera y una pulsera, todo en oro de 18 quilates”. 

Complicidad. En cambio, un investigador de la Policía, que solicitó guardar su identidad en reserva, explicó que muchos robos y golpizas son protagonizados por guardias privados informales, vale decir aquellos que no tienen registro en una empresa legalmente establecida.

Éstos actúan en centros de diversión, bares, restaurantes, peñas y karaokes, en complicidad con algunos garzones. “Ellos son los que identifican a sus víctimas al cobrar la cuenta, virtualmente los marcan y el guardia privado informal se encarga del asalto, junto con otras dos o tres personas”, dijo el informante. 

De acuerdo con la fuente, se trata de personas que se ponen un uniforme cualquiera y fingen ser guardias para cometer delitos. 

Otro policía de El Alto explicó que los guardias privados que forman parte de esas “empresas fantasma” son los denunciados y, a partir de eso, se incurre en una “peligrosa generalización”. 

“Las víctimas van a la FELCC a denunciar; sin embargo, cuando se les pide que retornen y formalicen su caso, desaparecen y es por eso que no investigamos los hechos, y los delincuentes quedan en libertad”. 

Un solo caso. El coronel Rosalío Álvarez, director departamental de la FELCC de La Paz, comentó que el año pasado se investigó un solo delito cometido por un guardia privado. El caso se reveló a partir de la filmación de la cámara de seguridad de un cajero automático, en cuya cabina el “hombre de negro” desvistió, literalmente, a su víctima y se dio a la fuga con su ropa, dinero y sus pertenencias. 

El delincuente, que formaba parte de una empresa de seguridad privada, fue arrestado. Fuentes de la división Delitos Contra la Propiedad de la FELCC confirmaron el hecho. El caso está aún bajo investigación. 

En la Jefatura de Control de Empresas de Seguridad Privada de la Policía se informó que algunos hechos delictivos son cometidos por guardias independientes, sobre todo en la urbe de El Alto, aunque no hay estadísticas oficiales. 

A pesar de los controles preventivos que esta unidad realiza, los “hombres de negro” se dan modos para operar. Realizan labores en locales de diversión, ferias artesanales y populares, bajo el consentimiento de los propietarios o los comerciantes. 

“No estamos asociados con los grupos de delincuentes”

El presidente de la Federación Boliviana de Seguridad Privada (Febosp), Juan Carlos Carrillo Antezana, afirmó que “ninguno de nuestros 15.000 hombres están asociados con grupos de delincuentes”. Recordó que a la fecha, se denunciaron y registraron sólo diez casos aislados de delitos, en diez años de funcionamiento de la entidad. 

Carrillo Antezana explicó que algunas denuncias son simple y llanamente difamaciones que intentan desprestigiar a una compañía, lo que tiene el objetivo de no pagar por el servicio recibido o para entorpecer los trámites para la renovación de la licencia de la empresa. 

Aseguró, inclusive, que la misma Policía compite con las empresas de seguridad privada, que “para sacarnos del mercado se han inventado todo tipo de historias. Una de ellas es que estamos relacionados con la delincuencia, pero no es así. Oficialmente tenemos registrados cerca de 10 casos (de hechos delictivos). Eso es mínimo con relación a los actos de corrupción que se denuncian en la Policía, y si hubo algún delito, éste fue cometido en forma personal, nunca por las empresas”. 

Para destacar

En La Paz funcionan 27 empresas de seguridad privada acreditadas, y siete tramitan sus licencias. 

La federación de empresas del sector dice que falsos guardias privados son delincuentes. 

Un guardia privado percibe entre 50 y 60 bolivianos por día por concepto de sueldo. 

Las firmas legalmente establecidas ofrecen un seguro para resarcir los daños civiles.

 

FUENTE: www.laprensa.com.bo