Tal como se había anunciado hace un mes, mañana rescinde definitivamente el contrato que la ciudad mantenía con la Policía Federal para la vigilancia de los edificios públicos porteños.
Desde que se dio a conocer el fin de este servicio, y el gobierno nacional procedió a retirar a los efectivos que custodiaban hospitales y otras dependencias, se generó una polémica que derivó en un nuevo enfrentamiento entre funcionarios de la ciudad y la Nación en torno a quién debería responsabilizarse por la seguridad de los porteños.
El debate instaló, entre otras cuestiones, varios interrogantes acerca de cómo quedaría planteado el "nuevo mapa" de la custodia, y cuáles serían las funciones y áreas de injerencia de cada cuerpo.
Según informó a lanacion.com Eugenio Burzaco, jefe de la Policía Metropolitana, en las comunas donde ya está trabajando esta fuerza (la 12 y la 15), los edificios públicos comenzaron a ser vigilados por sus agentes. En tanto, en aquellas zonas donde aún no patrulla la Metropolitana, los puestos que dejó la Federal fueron cubiertos por vigilancia privada.
"Tratamos de multiplicar nuestro esfuerzo, pero dos mil policías no pueden hacer lo que hacen los 28.000 que tiene la Federal", destacó.
Si bien la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, aseguró que los federales custodiarían las calles en los edificios públicos pese a la rescisión del contrato que mantenía con la ciudad, el titular de la fuerza porteña consideró que esta disposición no es suficiente: "Los problemas más graves, en el caso de los hospitales, ocurren dentro de las guardias. Es necesario personal policial en el interior de los edificios para actuar en estas situaciones".
FUENTE: www.lanacion.com.ar