Desde innovación, tecnología, pasando por cultura y moda, hasta la accesibilidad de costos para atrapar a todo tipo de consumidor han llevado a la industria de la seguridad privada a su evolución.

Tal es el caso de Miguel Caballero, conocido como El Armani de la ropa blindada, que sacó al mercado mexicano una camiseta de uso interior de tan sólo 800 gramos, térmica, absorbe energía y minimiza el impacto de la bala, con valor de 200 dólares.

Pero la variedad de productos del empresario de ropa es amplio, no sólo playeras, sino chalecos, abrigos y trajes especiales que resisten las armas blancas y armas de fuego, afirmó Caballero.

La Sociedad Mexicana de Guardaespaldas también se enfrenta a ese mito de que los extranjeros ofrecen mejores servicios o productos; sin embargo, su presidente Julio César García afirmó que las empresas de escoltas mexicanos capacitan a su personal como gente pensante y no como gorilas, ya que les enseñan estrategias de inteligencia.

“Hacemos trajes a la medida a los clientes en blindaje de vehículos y lo llevamos de la mano para informarle qué tipo de blindaje quiere y qué protegerá”, refirió Ernesto Miz­rahi, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores.

La Asociación, que aglutina a siete empresas blindadoras de unidades, cuenta con tres servicios de protección balística: nivel 3, que detiene armas cortas, tiene un valor de 35,000 y 40,000 dólares por vehículo; nivel 4 detiene armas cortas y el famoso cuerno de chivo, con valor de entre 65,000 y 75,000 dólares; nivel 5 protege del cuerno de chivo y la R-15, oscila entre los 80,000 y 95,000 dólares.

El diseñador Miguel Caballero ha incursionado en el mundo de las aeronaves VIP al blindar helicópteros, a través de una alianza con Eurocopter.

 

FUENTE: www.eleconomista.com.mx