Pese a que el nuevo reglamento, de agosto de 2010, tenía la intención de agilizar la dictaminación, la Mesa Directiva reporta que tan sólo en este periodo ordinario que termina el 30 abril, de 339 dictámenes presentados hasta antes de irse de vacaciones, se habían tramitado alrededor de 700 returnos hasta el pasado mes, lo que implica el aplazamientos en la discusión de temas.
Por otra parte, en lo que va de este periodo iniciado en febrero, ninguna sesión ordinaria ha iniciado a la hora citada de las 11 de la mañana y, al menos, en tres ocasiones se ha tenido que levantar antes de las 15:00 horas, por falta de quórum.
Entre los rezagos que llevan años en las comisiones destacan las reformas en materia de radio y televisión, así como en telecomunicaciones y órganos reguladores, junto con la reforma política que tiene 16 meses negociándose.
Otras llevan meses, como las iniciativas al mando único policiaco y contra el lavado de dinero. En la primera no hay consenso para ser aprobada en las dos semanas que resta al periodo.
Y otras llevan lustros aguardando solución en la congeladora. Como los expedientes para poner orden en los conflictos limítrofes de Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Jalisco y Colima, cuyos casos llegaron desde hace 13 años. Ya hay dictamen de reforma constitucional para facultar exclusivamente a la Corte a fallar esas controversias, pero quedó en primera lectura desde antes de la mudanza y no se ha subido al pleno.
Hay comisiones que pese a los esfuerzos de sus presidentes por sacar adelante los rezagos, la “coyuntura”, falta de interés o resistencia de las propias bancadas impide llegar a acuerdos, como la de radio y televisión, que encabeza el perredista Carlos Sotelo, quien se queja de que por más excitativas que presenta y citas que hace a sus integrantes para dictaminar como sea, a favor o en contra los pendientes, pero hacerlo ya, lo “plantan”.
A mediados de marzo, Sotelo y el priista Fernando Castro, presidente de la Comisión de Telecomunicaciones, discutieron por twitter durante varias horas, porque el perredista reclamaba que citaran ya a los integrantes para dictaminar. Finalmente acordaron que se reunirían las mesas directivas de ambas comisiones, pero el encuentro se pospuso nuevamente.
En otros temas, pese a los problemas de violencia que registra el país, comisiones como la de Seguridad Pública muestran retrasos porque la “coyuntura” los rebasa y se enfocan en temas precisos. Dicha comisión tenía hasta marzo pasado 52 iniciativas pendientes de discusión desde 2007 a 2011, relativas al sistema nacional de seguridad pública, a la seguridad privada, a la Ley de Armas, en materia de justicia penal, a la Policía Federal y uso legítimo de la fuerza, por citar algunas.
Al recibir su nueva sede el pasado 13 de abril, las bancadas hicieron compromisos por agilizar su trabajo y dar resultados.
Al respecto, el priista vicepresidente de la Mesa Directiva, Francisco Arroyo, afirma que el reglamento sí ha funcionado “y si en las comisiones hay rezago es porque se impulsan aquellos cambios normativos que deben prosperar y se frenan otros que no se deben hacer prosperar en las cámaras.
“Desgraciadamente nos miden efectividad por las leyes que se aprueban, pero también deberían medirnos por las que evitamos que salgan a la luz pública. Porque hay aberraciones jurídicas dignas de mejores causas, esto es, de la congeladora; luego entonces, como un principio de certeza y de seguridad jurídica hay algunos dictámenes que habría que dictaminar en negativo o echarlos en el cajón del olvido, hay otros que habría que hacer prosperar.”
En su balance, este periodo de sesiones “ha sido por demás positivo y vamos a cerrar a tambor batiente.”
También el presidente de la Junta de Coordinación Política y líder de la bancada panista, José González Morfín, rechaza que el reglamento falle, pero advierte que estando juntos por primera vez los 128 senadores, después de cinco años, no hay pretexto para no agilizar los trabajos, que las sesiones inicien a tiempo y aplicar el descuento de dietas a quien falte, como ocurre en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
“Este periodo es positivo, pero yo espero que en esta nueva sede haya entre todos nosotros un cambio de actitud en todo aspectos, para que podamos iniciar la sesiones más temprano y dedicarles tiempo; es una buena oportunidad para tener un cambio de actitud y sacar adelante las reformas que la sociedad espera”, señaló.
No obstante, el también panista Ernesto Saro subraya que el reglamento no tiene sanciones. “Y como dicen en mi tierra: ley que no es sancionada, pues se la lleva la… tristeza.”
En opinión del ecologista Arturo Escobar, absolutamente de nada sirve un nuevo recinto si no cambian las cosas.
“Yo creo que la semana de pascua que es la última se van a tomar decisiones históricas, en materia de reforma política, legislativa. Yo creo que vienen decisiones de Estado que van a procurar que México se modernice”, refiere el coordinador del PVEM, al asentar que la entrega de esos trabajos “aparte van a ayudar a que el Senado se lave un poquito la cara”.
Para el perredista Tomás Torres, “tiene el Senado ante un cambio donde un edificio se convierte en parte de un simbolismo institucional, que mandar mensajes de que esto influye también en la dinámica y el trabajo de la Cámara y creo que en seguridad pública y justicia hay muchos pendientes”, concluye.
FUENTE: www.milenio.com