Cuando pasaron más de cinco meses de la sanción de la ley de seguridad bancaria en el Congreso Nacional y poco más de dos desde la reglamentación por parte del Banco Central, persisten dudas sobre la instrumentación de varias medidas establecidas en la norma.
Lo seguro es que, desde ayer, la Policía Federal ya no custodia el interior de esas entidades, tal como estaba dispuesto que sucedería por disposición del Ministerio de Seguridad, a cargo de Nilda Garré. Durante una recorrida realizada por La Nacion por una decena de entidades bancarias la imagen fue siempre la misma: en el interior sólo actúa personal de seguridad privada.
Sólo contará con policías federales, pero sólo por un mes más, los bancos Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad.
Los interrogantes, en el futuro inmediato respecto de esta reglamentación, giran en torno a cómo se llevará a la práctica el impedimento del uso del teléfono celular, fijado desde el 30 de este mes.
La primera medida que debieron cumplir los bancos fue la colocación de mamparas en la línea de atención de cajas, que sirvieran como barreras visuales para impedir que fueran vistas las transacciones de los clientes.
Según pudo saber La Nacion, alrededor del 70 por ciento de los bancos cumple actualmente con esa disposición. Sin embargo, algunos clientes protestan porque consideran que hay mamparas que permiten divisar la silueta de una persona desde la sala, mientras que nada protege la visión entre caja y caja.
Es que las entidades bancarias tienen hasta fines de junio próximo para aislar las cajas con mamparas laterales.
Los bancos -incómodos a la hora de abordar el tema- ya se pusieron en marcha para cumplir con la norma que aceleró el resonante caso de Carolina Piparo, la mujer embarazada que perdió a su bebe tras ser baleada en una salidera en La Plata.
En el camino, sin embargo, dicen haberse topado con numerosas barreras que ponen en duda la efectiva instrumentación del plan para poner freno a la inseguridad bancaria.
Vale de ejemplo la prohibición del uso del celular. ¿Habrá que guardarlo en un locker? Y si se acaban los casilleros, ¿se impedirá el ingreso hasta que se desocupe uno? ¿Cómo saber si una persona posee más de un celular? ¿Se guardará en una bolsa o, simplemente, se bloqueará la señal?
Todo eso se preguntaron los técnicos de seguridad de los bancos y trasladaron su duda al Banco Central, que dio una respuesta abierta a la cuestión: mientras se cumpla el fin, todas las opciones son válidas y queda a criterio del banco cuál elegir. "No creemos que vaya a ser problemático", auguraron en el BCRA.
La opción de utilizar inhibidores de señal fue la que causó un mayor rechazo, ya que algunos técnicos informáticos señalaron que podrían afectar los sistemas del banco y la comunicación interna. "Quedó descartado", escuchó La Nacion en la mayoría de los bancos que respondieron la consulta.
El Central, incluso, señaló que no hay equipos disponibles en el mercado que garanticen un uso óptimo, pese a que avaló la utilización si surgieran proveedores.
En algunos casos, según indicaron fuentes del sector, se instalarán carteles en las zonas de atención al público, donde se advierta de la prohibición establecida en la ley, y el personal de seguridad será más estricto para evitar que se desobedezca una norma que ya hoy es exigida.
En cambio, otros bancos, como los agrupados en la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba), informaron que pondrán en práctica la ley mediante la utilización de una bolsa de nylon negra para guardar el celular, que estará sellada con un precinto.
La bolsa será entregada en el ingreso en la entidad y cada uno deberá cargarla consigo mientras permanezca en el interior. Adeba detalló que la bolsa servirá, a su vez, como un espacio para publicitar su campaña "No use efectivo", que impulsa desde octubre pasado.
Gerardo Milman, diputado por GEN y autor del proyecto de la ley de seguridad bancaria, la 26.637, criticó esas ideas. "Lockers y bolsas son ideas disparatadas. ¿Cómo se sabe si la persona tiene un solo celular? Quien va a delinquir, puede llevar un celular muleto. El 30 de abril, esto va a ser inaplicable y va a resultar ineficiente, como las mamparas. Por ejemplo, hay algunas que consisten en acrílicos con dibujos translúcidos por donde se puede ver lo que hace la persona frente al cajero."
Milman apuntó contra la reglamentación de la norma cuyo texto consideró correcto, y cuestionó los planteos de los bancos. "La reglamentación del BCRA es insuficiente y defectuosa, y los bancos han mostrado una actitud de querer invertir lo menos posible", disparó. Pero concluyó que hay una solución para que la ley cumpla su objetivo. "Estamos dispuestos a explicárselo a los bancos que se acerquen al Congreso", dijo.
FUENTE: www.lanacion.com.ar