Alrededor de cinco empresas de los ramos farmacéuticos, materiales para la construcción, restaurantes y otras tuvieron que cerrar sus puertas a consecuencia de la ola de violencia que se genera en el estado, detalló el presidente del Colegio de Contadores, José Alfredo Salgado.
“Es una realidad la inseguridad que estamos viviendo en el estado, y se adiciona a la excesiva carga tributaria y administrativa que tienen los empresarios”, detalló el representante del colegio.
Subrayó que, se van generando costos y gastos adicionales que impactan en las finanzas de las empresas.
Y es que, entre los principales gastos que tienen que cubrir los empresarios por la ola de asaltos que se registra en la entidad, está el contratar seguridad privada y sistemas de vigilancia para sus establecimientos,expuso Alfredo Salgado.
Indicó que en las empresas en su giro tienen un mayor flujo de efectivo y ventas al público en general.
Sin embargo, pese a que los propietarios de dichos negocios han extremado sus medidas se seguridad para no tener que retirar sus capitales del estado, éstas no ha sido suficientes, lo que, a decir del representante de los contadores, afecta el desarrollo económico de las empresas y, por ende, de la entidad.
Esta problemática también impacta de manera negativa a la generación de empleos en el estado, pues cada una de las compañías que cerró durante 2010 otorgaba trabajo a más de 100 personas; por tanto, se calcula que un aproximado de 500 empleos son los que se perdieron por el cierre de dichas empresas.
A principios de 2010, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) registró el cierre de 25 empresas en todo el estado, que, por cuestiones de seguridad, decidieron marcharse, lo que significó la pérdida de un número importante de fuentes de trabajo.
El entonces dirigente de la organización, Juan Carlos Salgado Ponce, lamentó en su momento el repunte de la delincuencia.
FUENTE: www.diariodemorelos.com