“Dentro de su servicio se dan cuenta qué casas están solas y en cuáles pueden robar”, advirtió Teodoro Servín, vecino de Azul Maguey.
“En lugar de guardias teníamos ladrones”, acusó Belem Serrano, vecina de Real Delta.
Los guardias de esas colonias fueron improvisados. No están en el registro del Municipio ni tienen una preparación adecuada ni acreditación para ofrecer servicios de vigilancia.
Este tipo de guardias ‘piratas’ se han extendido en la ciudad.
Se trata de personas desempleadas que acuden casa por casa a pedir una cooperación para pagar sus servicios de ‘patrullaje’ a pie o en bicicleta.
Algunos vecinos, temerosos del ambiente de inseguridad y violencia, aceptan pagar a dichos guardias improvisados, pese a no tener referencias de ellos.
“(La población) ya tomó conciencia de que si no adopta una cultura de la prevención incluso en el núcleo familiar, va a tener problemas”, dijo Carlos Muñoz, director de Asesoría y Capacitación en Seguridad Privada.
“De un año para acá, se ha incrementado entre un 80 y un 90% (la seguridad privada)”.
Informó que este año entró en vigor un reglamento que evitará que los delincuentes se hagan pasar como guardias privados.
El reglamento obliga a que los grupos de seguridad privada que ofrecen servicios en colonias renueven su licencia cada año, aunque está condicionada a que acrediten nivel de preparación.
Esta norma también se aplicará con los comités de colonos que formen sus propios grupos de seguridad.
Con la aplicación del reglamento quedan prohibidas las ‘patrullas’ de seguridad privada.
Se creará una base de datos, un registro de todos aquellos que se dediquen a brindar el servicio de escoltas y de guardias.
Todos esos datos estarán bajo resguardo de la unidad C4 (Sistema de Cómputo, Comando, Comunicación y Control) del Estado.
Los colonos que quieran pagar los servicios de un guardia, podrán consultar la base de datos para saber si está registrado y si está capacitado.
FUENTE: www.am.com.mx