El gremio de los vigiladores privados de la región del Valle se encuentra trabajando en una campaña de afiliación de los empleados que cumplen con estas tareas, cuya actividad se ha conformado en la cuarta fuerza laboral en la provincia del Chubut. Así lo destacó el dirigente y delegado local, Miguel Montaña, del Sindicato Único del Personal de la Seguridad de la República Argentina, quien se refirió al presente de la actividad, e informó acerca de los controles que se vienen realizando a las empresas para que cumplan con los convenios colectivos de trabajo. Según explicó el dirigente “en la zona a medida que crece la necesidad de seguridad la actividad crece más y más”, dijo, al tiempo que aseguró que tanto comercios chicos como grandes superficies contratan seguridad privada.En diálogo con El Diario, Montaña explicó que “la actividad de la seguridad privada representa la cuarta fuerza laboral en el Chubut. Nosotros acá tenemos alrededor de mil quinientos trabajadores de la actividad en todo el Valle”. Aseguró que “estamos haciendo un fuerte trabajo de afiliaciones y vemos que se está dando el efecto contrario de los noventa donde hubo desafiliación masiva de todos los sindicatos y ahora vemos que se está realizando un trabajo muy fuerte de la red sindical de las delegaciones cercanas en este sentido”. Mayor demanda Sobre la cantidad de personal que trabaja en este sector, Montaña destacó que “lo que vemos es que sucede que va aumentando la demanda de seguridad y que van creciendo entonces la cantidad de puestos laborales en este rubro”. Al ser consultado acerca de la realidad laboral de los vigiladores privados, el dirigente sindical mencionó que “hoy el problema principal que tenemos en la actividad, pasa por la carga horaria que tienen los trabajadores que hacen vigilancia”.En ese marco precisó que “es un trabajo que tiene su particularidad y por las exigencias del servicio tiene una exigencia especial. Nosotros hasta el año pasado nos regíamos por la Ley 11.544 que nos eximía del pago de las horas extras”. Sin embargo aclaró que “esto cambió a partir de la reforma con la ley 26597 que nos saca de esta eximición y nos pone dentro de la jornada normal de trabajo. Por lo tanto cada trabajador que excede la jornada normal y formal, debe cobrar las horas extras correspondientes”. Indicó asimismo que “es lo que la mayoría de las empresas no están haciendo y por eso nosotros pedimos inspecciones, y jornadas de trabajo en torno a las liquidaciones de salarios para verificar cual es la problemática”. Señaló que “también hay irregularidades en la entra de ropa o el cumplimiento de la provisión de una garita para trabajar, y también hay que señalar que en medio de esta emergencia vemos la desidia empresarial que no ha entregado a los empleados que trabajan afuera los barbijos correspondientes, que es un requerimiento de buena voluntad que hacemos a las empresas”. Consultado acerca de quiénes son los que más contratan seguridad privada, Montaña dijo que “creo que Chubut ha ido creciendo económicamente y esto hace que el rendimiento comercial sea también importante y comience a aceptar que el tema de la seguridad está dentro de las previsiones que tienen que realizar para funcionar”. En ese marco explicó que “el arribo de grandes superficies no solamente genera fuentes de trabajo sino que además han incrementado los hechos de seguridad, que son los que empiezan a regular la demanda de seguridad privada, en todos los comercios por igual”. Amenazas y vandalismo La actividad de los vigiladores privados viene pasando en las últimas semanas, por episodios preocupantes para los trabajadores y sus representantes gremiales. Es que vienen recibiendo tras haber iniciado con un plan de inspecciones en las empresas, una preocupante seguidilla de situaciones indeseadas. Esta semana sin ir más lejos, según lo relató el propio Montaña “fuimos víctimas de una agresión de dos o tres personas, según testigos, presuntamente con fines de ingresar al local, pero no pudieron pasar de la puerta y solo realizaron daños menores”.Recordó el dirigente gremial que “estamos frente a la plaza y cerca de la intendencia que está expuesto a la visión de los transeúntes, por eso creo que no ha pasado a mayores. Nosotros desde hace un tiempo venimos sufriendo el apriete y la amenaza tanto nosotros como la regional que está en Comodoro”. Indicó finalmente que “recibimos amenazas en los teléfonos particulares, por mail, en internet, y sin poder llegar a culpar a nadie en especial, si podemos asociar que venimos un trabajo de inspección sobre las empresas que puede estar haciendo ruido en algunos sectores”.
FUENTE: www.diariodemadryn.com