Tengo vivido muchos años. Pero nunca me he sentido tan desamparado como ahora. Para todo mi mujer y yo debemos valernos por nuestros medios. Mis hijos están viviendo afuera de la ciudad por temas laborales, es difícil la separación, pero es su futuro. Viven preocupados por nuestra seguridad, y los comprendo.
Tenemos contratada una empresa de seguridad privada pero para muchas cosas nos valemos de las mensajerías. Muchas veces algún remedio tarde en la noche que nos olvidamos de comprar, o simplemente algún envío que debemos hacer, nos queda cómodo llamar a una mensajería. Lamentablemente con una de ellas, fuimos objeto de un maltrato grotesco porque no teníamos cambio. Un muchachito apenas, que podía ser nuestro nieto, nos insulto, y no permitía con su pie puesto en la puerta, que le cerráramos, insistiendo de mal modo, que le consiguiéramos el cambio. Finalmente mi mujer con buen tino llamo a un vecino que nos auxilio. Imagínense que hacer la denuncia por este mal momento frente a los casos que tiene la policía es perder el tiempo. Si lo hicimos con la mensajería, que de mal modo nos respondió que éramos responsables por el cambio. Talvez tengan razón, lo que no entiendo es como por eso pueden maltratar a dos personas mayores.
FUENTE: www.lacalle-online.com