Un estimado de 140.000 dólares en efectivo es lo que se apoderaron seis antisociales de un vehículo blindado de la compañía de seguridad privada G4S de Cuenca, la noche del pasado domingo.
El hecho ocurrió en el exterior de las oficinas de la empresa de seguridad, en la calle Miguel Cordero y Paucarbamba, atrás de la Fiscalía del Azuay.
Versiones policiales indican que el atraco ocurrió cerca de las 19:30, cuando el automotor que transportaba el dinero se detuvo y uno de los guardias bajó del blindado para abrir la puerta del garaje, momento que los malhechores aprovecharon para sorprenderlos.
Se presume que los antisociales sometieron a los guardias de seguridad para sustraer sus armas de fuego.
Los delincuentes se fugaron en una camioneta Chevrolet Luv color verde, de placas OCP-325, sin embargo, el vehículo fue abandonado a pocas cuadras del lugar en la zona de la escuela Gabriela Mistral, donde se presume habrían cambiado de carro. En la huida, los sujetos dejaron gran cantidad de los conocidos “miguelitos”.
Mauricio Guerrero, jefe de la Policía Judicial, expresó su preocupación por el traslado de dinero en un día en el cual las agencias bancarias no laboran. El oficial reiteró que la entidad está presta a colaborar con el traslado del dinero.
En la compañía de seguridad G4S, tanto el personal como directivos no se pronunciaron sobre este caso.
Frustrado asalto
Habitantes del recinto Chigüe, en el 43 kilómetro de la vía Esmeraldas-Viche, vivieron momentos de terror la mañana de ayer cuando se registró una balacera en el acceso al puente sobre el estero Chigüe, en el centro de esta comunidad.
El incidente se produjo a las 10:30, luego de que el conductor de un tráiler atravesara el pesado vehículo sobre el puente para cerrar el paso al blindado que llevaba dinero para el Banco Pichincha de Esmeraldas, según se informó.
El carro era custodiado por dos camionetas de la compañía Vaserum, también con blindaje, y en cada una de ellas se movilizaban cuatro guardias de seguridad.
Se informó que los guardias de una de las camionetas repelieron el intento de asalto.
Decenas de impactos de bala presentaba este vehículo, el cual producto de los disparos se cerró automáticamente y los guardias quedaron atrapados, por lo que miembros del Cuerpo de Bomberos introdujeron oxígeno a la cabina.
“Esto parecía una guerra, todos nos lanzamos al suelo y tratamos de protegernos del fuego cruzado no solo los delincuentes disparaban, también lo hacían los guardias de seguridad”, dijo un habitante de Chigüe, quien se mostraba nervioso.
La Policía realizó un operativo y localizó abandonada una camioneta color azul, doble cabina en cuyo interior había manchas de sangre.
FUENTE: www.eluniverso.com