Durante la última década creció exponencialmente el número de conjuntos habitacionales en el Estado de México dando paso a “ciudades dormitorio o fantasma”, ya que a largo plazo es más rentable abandonarlos, afirmó el investigador de la UAEM, Alberto Villar Calvo.
El alto costo de servicios como el transporte, el pago de seguridad privada así como para el mantenimiento de zonas comunes, es mayor al pago de 3 o 4 mil pesos mensuales de una renta.
El especialista del Centro de Estudios en Planeación Territorial de la institución, explicó que en 2002 se “relajó” la normatividad para regular el asentamiento de conjuntos habitacionales y se dejó al sector empresarial la libertad de ampliar las ciudades bajo la lógica del mercado.
“Se relajó mucho la intervención del estado y entonces más bien se dejó en manos del promotor inmobiliario el desarrollo de las ciudades.
Prácticamente se dejó hacer a los desarrolladores inmobiliarios donde quisieran siempre y cuando ellos garantizaran su articulación con los sistemas de infraestructura y su articulación con los medios de comunicación”.
La modificación a las leyes en la materia permitió el desarrollo de grandes conjuntos habitacionales de miles de viviendas que hoy en día “resulta inviable pagar”.
“Lo que ocurrió es que empezaron a aparecer conjuntos urbanos muy distantes de las áreas urbanas con los servicios, de grandes dimensiones porque el promotor inmobiliario opera sobre la base de la lógica de las ganancias, porque compraba los terrenos más distantes de los centros urbanos porque eran más baratos”.
Descartó la existencia de “veda” en la construcción de este tipo de conjuntos habitacionales y por el contrario dijo que la dinámica de crecimiento en la entidad será la misma en las próximas décadas, pese a estar lejos de las fuentes de empleo.
“Lo que ocurre en ese tipo de conjuntos urbanos, que son prácticamente ciudades dormitorio, es un abandono progresivo de las viviendas y lo confirman datos del Infonavit ya que a la gente le resulta mucho más barato perder eso que acercarse más a la ciudad y pagar una renta”.
FUENTE: impreso.milenio.com