Un poco menos del 1.2% de los 25,055 vigilantes de empresas de seguridad privada registrados en el país han sido inspeccionados por la Policía Nacional Civil (PNC) entre febrero y julio de 2011. Así lo revela un informe reciente de la División de Registros y Control de Servicios Privados de Seguridad de la corporación policial.
“En los últimos seis meses hemos realizado una serie de inspecciones que estuvieron dirigidas a un total de 296 vigilantes privados durante sus jornadas laborales en diferentes establecimientos comerciales, la mayoría en el Área Metropolitana de San Salvador”, confirmó el subinspector Mario López Cañas, de la referida división.
En el país, las estadísticas revelan que existen 274 empresas de seguridad privada que mantienen empleados a 25,055 vigilantes; es decir, un poco más de los 21,000 policías con los que cuenta el Estado, según las últimas cifras proporcionadas por el gabinete de Justicia y Seguridad.
Estas inspecciones son inéditas, según reveló López. El dato fue confirmado por Miguel Gil, directivo de la Unión Nacional de Agencias Privadas de Seguridad.
“Nunca antes habíamos tenido ese tipo de registro y verificación del estado del personal. Nos parece una acción muy importante y muy positiva que la Policía los esté realizando, aplaudimos este esfuerzo porque es importante tener ese control”, señaló Gil.
Los operativos “sorpresa” han sido realizados por la Policía en establecimientos comerciales, sobre todo en los municipios de San Salvador, Soyapango, Santa Tecla y Antiguo Cuscatlán, en donde los custodios vigilan estacionamientos vehiculares, entradas de las agencias financieras, vitrinas con productos, entre otros lugares.
El resultado de esas inspecciones –que se están volviendo rutinarias– confirman la captura de 15 vigilantes empleados de al menos cinco agencias privadas de seguridad, según las autoridades de la División de Registros y Control de Servicios Privados de Seguridad.
Han sido capturados al descubrir que se encontraban bajo los efectos de droga o alcohol en sus puestos de trabajo, tienen vínculos con pandillas o porque sus documentos para la portación de armas no estaban en regla.
Durante esas acciones, señaló López Cañas, la PNC interviene a los vigilantes en sus puestos de trabajo, les realiza pruebas toxicológicas y revisa la documentación de las armas que utilizan.
Cinco detenidos
Entre los detenidos, la Policía descubrió que cinco de los uniformados localizados en diferentes establecimientos comerciales que tenían en su poder armas de equipo, que van desde escopetas hasta revólveres, estaban bajo los efectos de marihuana y cocaína.
Durante el proceso de captura, la PNC descubrió que dos de ellos tenían pintados en sus cuerpos tatuajes alusivos a pandillas. También, al verificar sus antecedentes penales y policiales, las autoridades descubrieron que los dos ya habían sido recluidos en un penal por ilícitos presuntamente cometidos años atrás.
“En los antecedentes policiales y penales encontramos que los dos han sido procesados por homicidio y tráfico de droga. Tenían esas dos manchas en su expediente”, detalló López Cañas.
El artículo 20 de la Ley de Los Servicios Privados de Seguridad establece, en su literal E, que la empresa de seguridad deberá exigir a los empleados a contratar la constancia de que no posee antecedentes penales y policiales.
“Cada administración de las empresas tiene que mantener filtros bien firmes para poder cumplir con los controles que la ley nos exige. El expediente de cada empleado es básico. Tenemos que recordar que este es un negocio de servicio. Si el personal tiene todos sus documentos en regla usted, como empresario, es el beneficiado”, señaló Gil, quien agregó que algunas de las empresas realizan pruebas aleatorias a sus empleados para evitar que estén bajo los efectos de una droga.
Sin embargo, esta no es la primera vez que agentes privados contratados tienen antecedentes penales.
Ocho positivos a droga
La cifra de vigilantes que resultaron positivos a las pruebas toxicológicas es de ocho, tres de ellos no fueron detenidos porque no portaban armas de fuego. Uno tenía un alto porcentaje de alcohol en su organismo.
Los otros 10 detenidos no portaban la documentación que los autorizaba para la portación de armas de fuego.
Las jornadas de inspección de los vigilantes de seguridad privada en sus puestos de trabajo se realizan por primera vez este año.
El subinspector López Cañas aseguró que la supervisión fue aleatoria. Tras los hallazgos, las cinco empresas de seguridad privada a las que pertenecían los vigilantes que estaban incurriendo en un ilícito iniciaron contra los señalados un proceso administrativo sancionatorio, que podría concluir con multas económicas.
“Ellos (los propietarios de las empresas) están obligados a tener los filtros necesarios para contratar a su personal y evitar este tipo de problemas”, señaló el oficial de la Policía.
Además de estas detenciones, en junio anterior la delegación policial de Soyapango, en San Salvador, detuvo a tres guardias de seguridad de una agencia privada luego del robo de $70,000 en una agencia bancaria ubicada adentro de una empresa distribuidora de bebidas gaseosas del municipio de Soyapango, a quienes habían contratado para el resguardo de las instalaciones.
FUENTE: www.laprensagrafica.com