El día que Marina Hernández llegó a su casa tipo Infonavit, y encontró las cuatro habitaciones desordenadas, entendió que ni la barda más alta, el doble candado o el perro regalado por su compadre resultaban un freno para los ladrones.
“Ya era la tercera vez que se metía y entre lágrimas pensé que era la última, se llevaron hasta los juguetes de los niños, por eso hablé con mi marido y decidimos contratar a esta firma; sí es un sacrificio pagar esos 300 pesos por mes, pero nos salimos bien a gusto, cuando se han querido meter empieza el ruido de la alarma y dicen los vecinos que nada más se ve que los rateros salen como los conejos asustados y corriendo”.
Para esta madre de familia de clase media baja, avecinada en el fraccionamiento Infonavit Bugambilias, bien vale la pena invertir 75 pesos a la semana para asegurar 3 televisiones, una computadora de escritorio, el modular de 6 bocinas que todavía deben y los abanicos.
“Es todo lo que tenemos y que se lo lleven, pues no resulta, además nos sirve hasta para cuidarnos a nosotros mismos, que nos anuncie si alguien se quiere meter porque no hay que recordar que hace unos años mataron a una vecinita para llevarse sus joyas, la agarraron dormida”.
Como Marina y su familia, hay otros hogares protegidos por sistemas de seguridad privada que con tecnología de punta o sistemas que por viejos ya resultan obsoletos, brindan a los ciudadanos una opción de resguardo ante los altos índices de criminalidad que existen en Matamoros.
Cristina Patiño es otra víctima de los ladrones. En lo que va del 2011, su casa, ubicada no en una colonia o ejido, no en un populoso conjunto habitacional, sino en el primer cuadro de la ciudad, ha sido saqueada en tres ocasiones. Con todo y que la ex funcionaria municipal tiene la advertencia de que el inmueble es cuidado por una firma de seguridad privada.
“Ya hasta me acostumbré, la última vez estaba yo adentro, sentí cuando se fue la luz y creí que era un apagón, pero cuando pasa el tiempo y reporto a comisión, me informan que todo está bien, que me fije en mi instalación. ¿Cuál? si se subieron a la casa y se llevaron todo el cable”.
Recordó la entrevistada que es un temor creciente en los vecinos del Centro Histórico ser víctima de los ladrones.
“No es un barrio peligroso, porque hay iluminación, nos conocemos entre todos los vecinos, pero a mi casa ya se metieron tres veces, y así a la de otros personajes, nos vamos resignando porque ni modo de dejar de salir a trabajar o a cumplir los compromisos que tenemos”.
Ya sea en la periferia o en la zona centro, familias de bajos recursos o de abolengo, alarmadas por los robos a plena luz del día terminaron por reemplazar las medidas enseñadas por los abuelos, doble candado, perro feroz, para equipar a sus casas con controles y sensores, con cámaras y alarmas, que inhiban al ladrón y les permitan conservar sus bienes.
Crecen ventas de sistemas de alarma
Con 5 años de experiencia en el cuidado de residencias y comercios, Enrique Garza Cantu, quien de mayo a la fecha incrementó en un 30% su cartera de clientes, sentencia:
“Yo no garantizo que no vayan a robar, pero sí que el que se meta no va a tener tiempo para saquear, porque al activarse la alarma el ratero se espanta y sale corriendo, lo tenemos probado”.
Desde la gerencia general de Sentinela, una de las cuatro firmas profesionales dedicadas al resguardo profesional de hogares -ADT, ADS y AP- el entrevistado confirma que en último trimestre creció el interés de los ciudadanos para contratar servicios y no dejar la seguridad de su patrimonio en manos de las autoridades.
“Siguen con sus formas tradicionales de la barda y el perro por supuesto, pero la contratación de una alarma es un complemento que les permite estar más seguros, es un conformar un todo que impida al ladrón entrar con facilidad, y si llega y entra, pues trata de salir rápido porque sabe que nuestro personal de seguridad va en camino”.
Sabedor de que hay firmas a nivel local que prestan servicios “patito” o que no han actualizado sus sistemas, el empresario afirma contar con personal capacitado para enfrentar al o los ladrones.
“Desde el momento en que llega la señal a nuestra central, ya sea por teléfono, por radio transmisor, con señal GPRS (tecnología móvil) o TCP/IP (internet) se comisiona a guardias que están adiestrados para someter al ratero y efectuar un arresto civil, ya que no somos autoridad, pero sí podemos entregarlos a la Secretaría de Seguridad Pública para que ellos procedan”.
FUENTE: http://conexiontotal.mx