Hay un primer lugar mundial que Guatemala posee, y se lo debe, lamentablemente, a la situación de inseguridad. Según el Informe Mundial de Armas Ligeras, es la nación con la mayor desproporción de policías privados y estatales: por cada agente de la Policía Nacional Civil hay seis guardias particulares, en una medición de 70 países realizada por el Instituto de Estudios para el Desarrollo, con sede en Suiza.
El negocio basado en el temor a ser víctima de la delincuencia se ha expandido en el país, al punto de que, según un informe oficial, hay 150 empresas de seguridad privada legalmente establecidas, las cuales ocupan a unas 120 mil personas.
Los servicios son solicitados sobre todo por el sector empresarial y colonias, debido a la desconfianza hacia el trabajo de las fuerzas de seguridad del Estado. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) cuantificaba el gasto en ese rubro en Q4 mil 300 millones anuales, un mercado competitivo que crece por el temor a ser víctima de un hecho delictivo.
El personal de vigilancia es tan solo una de las facetas de la industria de la seguridad, que abarca otros productos y servicios, como circuitos cerrados de televisión, cámaras de vigilancia, sensores de movimiento, alarmas, seguros de vida y contra robo, alambres con cuchillas, construcción de muros, blindaje de ropa y vehículos, armas defensivas y sistemas de localización.
Vestido para sobrevivir
Uno de los comercios que más auge ha cobrado es el de las prendas antibalas. Óscar Álvarez, gerente de la empresa Blindajes Especiales, asegura que en el último año ha habido un incremento importante de civiles que compran no solo chalecos blindados, sino chumpas y camisetas antibalas, confeccionadas con materiales de última generación. La empresa importa prendas blindadas, pero también diseña productos a la medida, como gorras y maletines con protección.
En cuanto a los vehículos, la necesidad de protección de muchos guatemaltecos, que contrasta con la limitación de recursos, ha llevado a las empresas a ofrecer opciones que reducen el costo.
Anteriormente blindaban vehículos completos, pero ahora lo hacen solo con algunas partes Las puertas delanteras y el vidrio del frente son las más solicitadas, explican vendedores.
Tecnología y alarmas
La mejora de los sistemas informáticos y el internet ha permitido la expansión de sistemas de alarmas a distancia, cámaras de seguridad y sistemas de posicionamiento global, tanto para ubicar personas como vehículos. Gerson López, de la empresa Sescom, aseguró que ese mercado ha crecido debido a que trabajadores se han independizado y comenzado negocios similares.
La oferta es tan variada como la necesidad y capacidad de pago del cliente.
Por ejemplo, en cámaras de vigilancia hay algunas que se activan con el movimiento, otras que son especiales para reconocer rostros y número de placas, otras que graban las imágenes y algunas tienen rayos infrarrojos para “ver” en la oscuridad.
Para gente con recursos más limitados, hay señuelos, es decir, cámaras falsas que tienen gran parecido con las reales; se les utiliza como disuasivo contra asaltos y extorsiones.
Aviso inmediato
En cuanto a las alarmas a distancia, hay un enorme catálogo. Las clásicas son aquellas para incendios, pero también las hay con detector de movimiento e intrusos, a través de sensores térmicos o infrarrojos, instaladas en negocios, agencias bancarias y viviendas.
López explica que en el caso de las alarmas, no basta contar con buen equipo, sino que esté bien instalado, que tenga un sistema de comunicación con la central de monitoreo —desde donde se envía a agentes— y que el cliente aprenda a estar siempre pendiente.
Guardias y armas
La cifra de 120 mil policías privados es aproximada, pues realmente solo hay 45 mil contratados legalmente, una proporción que en todo caso supera a los 20 mil agentes de la Policía Nacional Civil.
Rodolfo Muñoz, de la Gremial de Empresas de Seguridad Privada, dice que la tendencia de crecimiento de agencias de vigilancia se mantiene.
Las opciones son variadas, pues los guardias privados son requeridos para cuidar a particulares, viviendas, comercios, agencias bancarias, condominios, fábricas, colegios, bodegas, restaurantes y centros comerciales. Asimismo, hay personal con adiestramiento específico, para diversas situaciones.
Paradójicamente, el negocio legal de armas calcula que sus ventas han disminuido hasta en 40 por ciento desde hace unos dos años.
Según Danilo Mirón, de la Asociación de Comerciantes de Armas y Municiones, ello se debe a la oferta ilegal. Opina que la nueva normativa tiene tantas prohibiciones que termina por fomentar la adquisición ilícita.
Por su parte, el PNUD considera que Guatemala es uno de los países más armados del mundo.
FUENTE: www.prensalibre.com