Yo soy de Guayaquil, pero vivo 48 años en Ibarra. Tengo una tienda de ropa desde hace 30 años. Mi padre algunas veces se olvidaba la ropa de su almacén colgada fuera del local y nadie se la llevaba. Ahora nadie respeta a nadie.
Recuerdo que hace un año seis mujeres ingresaron a mi local y se llevaron mercadería valorada en USD 3 000. Era mediodía. Con un cuchillo amedrentaron a mi empleada. Le advirtieron que ni se le ocurra gritar o accionar la alarma. No pudo hacer nada.
El almacén está ubicado en la calle Bolívar, en pleno centro de la ciudad. Pero no hubo nadie que le ayude ese día. No había ni policías en ese momento. Luego de 15 minutos de que se fueron las ladronas, mi empleada, más tranquila, accionó la alarma.
Pudieron llevarse más prendas de vestir. Yo puse la denuncia en la Policía y en la Fiscalía, como me recomendaron. Pero sinceramente no sirvió para nada. No capturaron a una sola sospechosa. Sospecho que los policías saben quiénes son las ladronas, porque reciben denuncias constantes. Pero esa vez no hubo resultados.
Los policías nos sugirieron instalar cámaras. Lo hicimos. Pero también contratamos un seguro contra robos y los servicios de una empresa de seguridad privada. Me toco asumir todos los gatos de seguridad. Además estoy invirtiendo USD 120 mensuales en los sistemas de seguridad.
Yo creo que con tanto impuesto que nos cobran, el Estado, por lo menos, debería garantizar la seguridad de la población. Además, desde que ocurrió el robo yo acompaño a la empleada que labora en la mañana y a la que trabaja tarde en el almacén.
Gracias a Dios, últimamente ya no ha pasado nada. Pero no por las políticas del Gobierno sobre la seguridad, sino por las seguridades que hemos instalado nosotros. A mis vecinos también les han visitado los ladrones. Es por eso que los dueños de los almacenes nos reunimos y decidimos instalar alarmas comunitarias.
Eso también nos recomendó la Policía. Pero ha pasado más de un año y nada. También contribuimos con USD 30 para que se instale una Puestode Auxilio Inmediato (PAI) en el edificio de la Cámara de Comercio de Ibarra, pero no hay resultados. Es más, no sabemos ni siquiera el número telefónico de esta dependencia. Creo que los policías designados deberían hacer un acercamiento con los vecinos y ponerse a las órdenes. Calculo que están en riesgo, al menos, 100 locales comerciales ubicados en el centro. Necesitamos ayuda urgente.
FUENTE: www.elcomercio.com