La ola de asaltos bancarios que azota a la ciudad de Chihuahua es motivo de preocupación para la población, especialmente en esta época en la que acude con mayor frecuencia a las diversas sucursales a retirar sumas de dinero considerables debido al pago de aguinaldos.
En sólo 48 horas se presentaron tres asaltos bancarios a sucursales de Santander; pero no se trata de una racha nueva: según el conteo anual de la Asociación Nacional de Bancos en Chihuahua se han registrado 64 atracos en el año hasta el momento en la ciudad.
Lamentablemente ni las corporaciones policiacas, ni las instituciones bancarias han sido capaces de frenar este fenómeno que se ha vuelto recurrente en los años recientes.
Ya en el 2010 el incremento de asaltos bancarios superó en un 63 por ciento a los cometidos en el 2009, con más de 22 atracos. En ese entonces el alcalde Marco Adán Quezada Martínez manifestó, de manera enérgica, que los banqueros tienen que cuidar su seguridad privada y responsabilizarse por los bienes y valores que resguardan. Sin embargo, hasta el momento eso no ha ocurrido, en gran parte porque ha existido una resistencia permanente de las instituciones bancarias para evitar estos atracos que ponen en grave riesgo, no tanto el dinero de las instituciones, sino la seguridad de la clientela.
En conferencia de prensa el director de la Policía Municipal, Heliodoro Araiza, comentó que ante el aumento en el número de ilícitos se han reunido con los directivos de las instituciones bancarias, para establecer un operativo, ya que de agosto a la fecha se han incrementado en un 30 por ciento el número de asaltos a bancos.
Sin embargo, informó que a pesar de la gravedad de la situación los agentes de seguridad aún se topan con que en algunos bancos no les permiten ingresar a realizar el trabajo de investigación y entrevistar a los testigos.
No es la primera vez que se hace este planteamiento, ya las administraciones municipales anteriores informaron que la colaboración de los bancos en casos de asalto es nula. En la mayoría de los casos los funcionarios de los bancos ni siquiera permiten la entrada de la policía preventiva, ni de las corporaciones policiacas cuando acuden a realizar alguna investigación.
Esto no ha cambiado desde hace muchos años. Ayer el vocero de la Fiscalía General del Estado, explicó de nueva cuenta que los directivos de los bancos muchas veces no cooperan lo suficiente con la policía para iniciar de inmediato las investigaciones. Como ejemplo de ello mencionó que uno de los bancos atracados el jueves al medio día no proporcionó imágenes del asaltante, ni activó su alarma, mientras que en el otro pusieron muchas trabas para proporcionar información.
Al respecto, Héctor Sada, presidente de la Asociación de Bancos de México en el estado, dijo que en diciembre los bancos reforzarán la seguridad interna de los bancos, mediante mayor presencia de guardias de seguridad privada, sobre todo en sucursales en donde los robos acontecen con mayor frecuencia, como alguna vez fueron Bancomer, Famsa y ahora Santander.
Mientras no haya hechos que respalden estas palabras, seguirán siendo solamente buenas intenciones. Lo concreto es que los bancos establezcan sus propios cuerpos de seguridad. Los que ya lo han hecho, como BBVA Bancomer, u otros que controlan de manera estricta la entrada de los clientes, han reducido considerablemente los atracos.
Y es que si bien es cierto que la policía preventiva debe mantener vigilancia en las cercanías de las instituciones bancarias, así como en muchos otros negocios, no se puede dedicar exclusivamente a esta tarea, pues descuidaría el patrullaje en otras zonas.
No obstante, es indispensable una colaboración estrecha entre las autoridades tanto preventivas como investigadoras y los bancos. Es incongruente que la Dirección de Seguridad Pública Municipal proporcione detalles de las bandas que operan en perjuicio de las instituciones de crédito, e incluso mencione la actividad de un delincuente al que llaman “asaltabancos solitario”, y presuntamente es responsable del 30 por ciento de los atracos más recientes y no se haya hecho algo para detenerlos.
Probablemente los banqueros se atienen a que sus seguros les cubren los montos que pierden en los asaltos, pero no toman en cuenta que no se trata solamente de dinero, sino de la seguridad de la población.
Asaltos bancarios: el riesgo es para la población