A este un nuevo nicho de negocio, el sector de seguridad privada decidió llamarlo “Turismo Blindado”, y que a pesar de que se cobra por hora, su costo puede ir de mil a dos mil dólares por estancia, aunque dependerá del nivel de riesgo a que el contratante estará expuesto.
“Por ejemplo, la protección a empresarios que vienen de otros países al nuestro a hacer negocios, y solicitan autos blindados, guardias armados, con la finalidad de evitar ser víctima de un accidente casual, o de la delincuencia organizada”, aseguró.
Las ciudades en las que han visto mayor incremento son: Monterrey, Guadalajara, Acapulco, Veracruz y Morelos, “donde hoy la problemática existe y en donde alrededor de un millón de personas han dejado de visitar esos lugares”, comentó.
Aclaró que la demanda de estos servicios no ha sido “exorbitante”, pero señaló que cada vez crece a un ritmo constante, por parte de los que llamó “empresarios turísticos”.
“Lo curioso es que antes no pasaba, eso no ha afectado el turismo local, la gente que antes iba a Veracruz, por ejemplo, sigue yendo pero toma más previsiones y no sale en la noche, aunque los enfrentamientos se han dado cerca de lugares típicos, por esa razón ha aumentado la demanda de esos servicios que antes no se requerían”, dijo.
La forma en que se determina el cuidado que tienen sobre los empresarios dependerá, explicó Desfassiaux, de la importancia del mismo en un servicio que se cobra por horas.
Agregó que se ha incrementado, en una cantidad aún no determinada, la demanda de escoltas bilingües, así como la inspección de círculos de confianza, en el cual se investiga al personal más cercano de la familia como jardineros, nanas, y personal de servicio.
Ante esta situación, advirtió de la presencia en nuestro país de alrededor de tres mil empresas “patito” que no cuentan con los estándares internacionales de calidad en el servicio, mientras que 300 cumplen con la normatividad.
Las empresas “irregulares”, cuentan con permisos provisionales y operan en el interior del país, las cuales, además, no tienen la infraestructura suficiente, y por ende, no se responsabilizan por su personal.
“Hoy existe una necesidad básica, siempre ha sido por parte de empresas transnacionales, las locales no tienen mucha conciencia por ahora, pero poco a poco evolucionan en estos procesos, ya que antes tenían portero uniformado y hoy buscan un retorno de la inversión”, señaló.
Las cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) muestran que la llegada de visitantes, no necesariamente turistas, pero que consideran a los que vienen por negocios, a México por vía aérea, de enero a agosto de este año disminuyeron 6.3 por ciento, principalmente de Estados Unidos, más de diez mil menos respecto a igual lapso de 2010.
FUENTE: excelsior.com.mx