Millones de ciudadanos en el país y miles en diversas ciudades de la República como León, corren el riesgo de convertirse en víctimas de la delincuencia organizada ante el crecimiento exponencial y descontrolado de las empresas de seguridad privada.

De acuerdo con Juan A. Benavides, Director del Instituto de Seguridad del Pacífico (IPACITEFO), la aparición de ese tipo de empresas se disparó en un 300 por ciento en los últimos tres años en toda la nación.

"Este fenómeno es un arma de dos filos, si el mercado es informal te va a causar problemas; si el mercado es controlado y supervisado por las autoridades dará un beneficio, por eso es importante que la sociedad esté interesada e informada de qué pasa con este tipo de actividades".

Señaló que en la actualidad se estima que al menos 4 de cada 10 empresas que se dedican a ofertar seguridad privada, actúan completamente fuera de cualquier norma, supervisión o reglamentación.

"Una estimación nos indica que en el mercado el 60 por ciento de las empresas están controladas en tanto que el 40 por ciento restante son empresas furtivas que no están regularizadas, que nacen y mueren rápidamente lo que hace que la autoridad no pueda tener un control sobre ellas".

Delincuentes disfrazados de cuerpos de seguridad y policias

El especialista en temas de seguridad hizo notar que la empresas de seguridad "patito" (que carecen de cualquier certificación), pueden ser utilizadas por el crimen organizado para llevar a cabo delitos de diversas índoles con base en un esquema de vigilancia que no es a favor de las personas sino de la delincuencia.

"Hay el riesgo de que los cuerpos de seguridad privada no son controlados por las autoridades, definitivamente pueden sufrir una contaminación de crimen organizado y eso ya lo vemos en los mismos cuerpos de policía que controla el Gobierno, eso no es una novedad de ahí que si no hay un control estricto en ese tema, hay peligro para la comunidad".

Explicó que para lograr el control de este tipo de empresas de seguridad, se debe de contar con la supervisión de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), así como de las autoridades municipales para que lleven a cabo: supervisiones, exhortos y la aplicación de otras pruebas específicas.

"Toda persona que ejerza una labor de seguridad requiere filtraje, exámenes de confianza, exámenes socioeconómicos e inclusive la aplicación de exámenes de gabinete como son: el polígrafo y el analizador de stress de voz que son las nuevas modalidades de control que hay en el mercado", concluyó.

 

FUENTE: www.oem.com.mx